Australia construirá la mayor planta de extracción y de producción de cannabis medicinal en una ubicación secreta en el sureste de Melbourne.
El proyecto de $50 millones de dólares tiene el propósito de ayudar a la industria local de Australia a ser más autosuficiente.
La propiedad será de The Valens Company, empresa canadiense de cannabis que se encargará del financiamiento, de acuerdo con The Age, mientras que Cannvalate, distribuidor australiano de cannabis medicinal, gestionará el proyecto.
Cannvalate también será el encargado de contratar al personal necesario y de adquirir el equipo para vestir la planta.
Australia: ¿nueva punta de flecha en el mercado cannábico?
El cannabis medicinal es legal en Australia desde 2016, y un año después se anunciaron planes en el país para incentivar la producción local.
El megaproyecto de 4500 cuadrados marcará un antes y un después en la industria. La planta australiana procesará la materia prima y la convertirá en una gama de medicamentos cannábicos que irán desde las cápsulas de gel blando hasta los ungüentos y las tabletas, según The Age.
«La seguridad será uno de sus pilares», comentó el director ejecutivo de Cannvalate, Sud Agarwal. Esta consistirá, entre otras cosas, en cercos de doble perímetro, vigilancia por televisión 24 horas y una bóveda para almacenar los productos finalizados.
«Será la planta de fabricación más grande de Australia. Por lo tanto, va a cambiar por completo la dinámica de la extracción y de la fabricación de cannabis», dijo Agarwal.
El director aseguró que actualmente Australia es el cuarto país más grande en el mercado del cannabis medicinal, únicamente por detrás de Estados Unidos, Canadá y Alemania.
¿Podrá convertirse en la principal potencia mundial del mercado? Quizá sea una realidad con la creación del megaproyecto; solo el tiempo lo dirá.
Apoyar la exportación nacional
Australia es de los jugadores principales de la industria, pero tiene una desventaja: la gran mayoría del cannabis medicinal que se utiliza es importado.
Agarwal asegura que cerca del 95 % de lo que se da a pacientes australianos se importa de Canadá o de Europa.
Los responsables del proyecto apuestan a que la planta cambie por completo la dinámica de extracción-fabricación de cannabis en la región para ser también un blanco muy atractivo para los inversores.
Las proyecciones a futuro son favorables para Australia, pues se espera que el país tenga entre 300 000 y 600 000 pacientes consumidores de cannabis medicinal.
La construcción de la instalación está planeada para comenzar antes de septiembre. Su finalización está programada para mediados del próximo año.
Con información de The Age
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