Bajo la consigna de buscar la equidad social, Nueva York se convirtió en el decimoquinto estado de la Unión Americana en legalizar el cannabis recreativo. La nueva ley prevé que 40 % de los ingresos fiscales se destinen a comunidades minoritarias devastadas durante décadas por la guerra contra las drogas.

El proyecto de ley fue aprobado por el Senado estatal con 40 votos a favor y en la Asamblea recibió 94, aunque la mayoría de los legisladores republicanos y una docena de demócratas votaron en contra.

Nueva York legaliza el cannabis recreativo

De acuerdo con las autoridades, se espera que el mercado recreativo neoyorkino eventualmente genere 350 millones de dólares anuales en ingresos fiscales y miles de millones de dólares en ventas anuales.

Además, también producirá decenas de nuevos empleos que tienen que ver con la cadena de producción de la planta, la cual implica el cultivo, distribución y venta del cannabis recreativo.

Tales expectativas dan pie a que Nueva York tenga la oportunidad de convertirse rápidamente en uno de los mercados más grandes de cannabis recreativo legal en Estados Unidos y uno de los pocos estados donde la legalización está directamente relacionada con la equidad económica y racial.

Asimismo, este proyecto de ley pretende permitir que las personas con condenas por el mercado ilícito de cannabis participen en el nuevo circuito legal. También, incluye medidas de seguridad para evitar que algunas empresas dominen el mercado y para asegurarse de que los grandes inversionistas no obtengan la mayoría de los beneficios, como ha sucedido en otros estados.

De acuerdo con lo establecido, la mitad de las licencias comerciales deben otorgarse a solicitantes con equidad social. Tal condición incluye a personas de comunidades con altas tasas de incidencia en delitos relacionados con la marihuana, así como negocios que son propiedad de mujeres, minorías raciales, agricultores, veteranos y discapacitados.

También, se dará prioridad a los solicitantes que tengan una condena relacionada con la marihuana o a un pariente cercano que haya estado en prisión por tales delitos.

"La equidad no es un segundo pensamiento, es el primero, y debe serlo porque las personas que pagaron el precio de esta guerra contra las drogas han perdido mucho", señaló al respecto Crystal D. Peoples-Stokes, líder de la mayoría demócrata en la Asamblea.

Las nuevas reglas en Nueva York

Respecto a las licencias, el Estado estará a cargo de crearlas y otorgarlas para que busquen ingresar a cualquier faceta de la cadena de suministro, desde el cultivo de cannabis hasta el procesamiento de la planta en comestibles, concentrados y productos fumables.

Aunado a esto, la nueva ley contempla licencias para distribuidores que vendan cannabis al por mayor a minoristas, incluidos dispensarios, donde las personas podrán comprar productos de cannabis y donde se permitirá fumar o ingerir artículos.

La emisión de licencias será mediante un sistema escalonado para crear una división entre quienes producen y venden al por mayor y al por menor los productos, como en el mercado del alcohol.

A la mayoría de las empresas solo se les permitirá tener un tipo de licencia para evitar que algunos jugadores acaparen todo el mercado. Por ejemplo, la mayoría de los dispensarios no podrán cultivar ni distribuir cannabis.

Lo anterior, seguramente, desalentará a algunas empresas que habían entrado en el mercado neoyorkino de la marihuana medicinal con la esperanza de vender cannabis recreativo. La apuesta de las autoridades es que los operadores de cannabis medicinal podrán ingresar al mercado recreativo pagando una tarifa única.

Otra cuestión relevante es la libertad de acción que tendrán los consumidores. Al respecto, a los neoyorquinos se les permitirá fumar cannabis en público, dondequiera que esté permitido fumar tabaco.

Sin embargo, estará prohibido fumar en las escuelas, centros de trabajo, dentro de un automóvil, en los parques, playas, paseos marítimos, plazas peatonales y parques infantiles.

¿Cómo se regulará el cannabis en Nueva York?

Cabe destacar que el programa de cannabis recreativo del estado estará a cargo de dos nuevas entidades gubernamentales: la Junta de Control de Cannabis, que elaborará nuevas regulaciones, y la Oficina de Manejo de Cannabis, que implementará las regulaciones.

La disposición oficial prevé que los consumidores puedan poseer hasta tres onzas de cannabis con fines recreativos o 24 gramos de formas concentradas, como los aceites.

Los consumidores podrán recibir cannabis en sus hogares, usar productos de cannabis en sitios de consumo tipo lounge y cultivar hasta seis plantas en casa para uso personal.

En lo que respecta a los lugares para la venta de cannabis recreativo, los dispensarios no abrirán sino hasta 2022, y las localidades podrían optar por no permitir tales negocios.

Según la ley, a los consumidores medicinales ya no se les prohibiría fumar la flor de cannabis, que es más asequible que otros derivados. También, podrían recibir un suministro de cannabis de hasta 60 días, es decir, una expansión del límite actual que es de 30 días.

Asimismo, los médicos contarán con la libertad de recetar a su discreción cannabis medicinal para cualquier padecimiento que lo requiera.

Sin embargo, los republicanos remarcan que los nuevos impuestos sobre la venta de marihuana y la reducción de las sanciones serán contraproducentes, lo que mantendrá los altos costos del cannabis legal y permitirá que prospere el mercado negro.

Con información The New York Times

Foto: Victor Daniel Giraldo

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