Una encuesta desarrollada por el departamento de Neurología del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf en Alemania detectó que, pese a no ser un tratamiento frecuente, el cannabis medicinal es una esperanza para tratar la enfermedad de Parkinson, padecimiento que afecta a millones de personas alrededor del mundo.

El párkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta al movimiento de los pacientes, a tal grado que llega a ser incapacitante, por lo que suele causar rigidez en las extremidades y, por ende, la disminución del movimiento.

Cannabis medicinal y enfermedad de Parkinson

La encuesta fue realizada vía electrónica en abril de 2019 a más de 1300 personas con este padecimiento, quienes eran miembros de la Asociación Alemana de Parkinson. Los resultados demostraron que más del 8 % de los encuestados usaban productos derivados del cannabis y más de la mitad experimentó efectos clínicos benéficos.

El hallazgo publicado en el Journal of Parkinson’s Disease es fundamental porque demuestra que existe un gran interés por parte de este tipo de pacientes para utilizar el cannabis medicinal, pero el conocimiento sobre los diferentes tipos de productos es muy limitado.

Específicamente en Alemania, el cannabis medicinal es legal desde 2017. Los productos derivados del cáñamo con CBD se pueden adquirir libremente en la farmacia, mientras que los derivados del cannabis con THC solo están disponibles cuando las terapias anteriores no han tenido éxito o no se han tolerado, y donde se puede esperar que el CBD tenga menor probabilidad de aliviar los síntomas incapacitantes.

Respecto al uso de cannabis medicinal, 51 % de los entrevistados dijo conocer la legalidad del cannabis medicinal y 28 % aludió las distintas vías de administración, pero solo 9 % afirmó conocer la diferencia entre THC y CBD.

Una esperanza para tratar la enfermedad de Parkinson

De acuerdo con los testimonios de los pacientes encuestados, la tolerancia general fue buena. Además, más del 40 % de los entrevistados informó que el cannabis le ayudó a controlar el dolor y los calambres musculares, y otro 20 % informó que se redujo la rigidez (acinesia), congelación, temblores, depresión, ansiedad y piernas inquietas. Los pacientes señalaron que los productos inhalados que contienen THC fueron más eficaces para tratar la rigidez que los productos orales que contienen CBD.

Respecto a las razones por las cuales algunos otros pacientes no están de acuerdo con utilizar cannabis medicinal para tratar el párkinson, las principales fueron la falta de conocimiento y el miedo a los efectos secundarios.

"Nuestros datos confirman que los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen un gran interés en el tratamiento con cannabis medicinal, pero carecen de conocimiento sobre cómo tomarlo y, especialmente, sobre las diferencias entre los dos cannabinoides principales, THC y CBD", indicó el doctor Carsten Buhmann, líder del proyecto.

Medicación correcta para el Parkinson

Por esta razón, el investigador aludió que los médicos deben estar en contacto frecuente con pacientes interesados en este tipo de tratamientos para guiarlos sobre qué tipo de cannabinoides deben utilizar y si es posible o no incluir este tratamiento en su medicación habitual.

"La ingesta de cannabis podría estar relacionada con un efecto placebo, debido a las altas expectativas y al acondicionamiento del paciente, pero eso también puede considerarse un efecto terapéutico. Sin embargo, hay que destacar que nuestros hallazgos se basan en informes subjetivos de pacientes y que se necesitan con urgencia estudios clínicamente apropiados", concluyó.

De esta manera, al igual que el resto de los estudios de cannabis, es importante enfatizar que se necesita más investigación antes de que se pueda recetar cannabis como tratamiento.

Sin la investigación precisa, el uso de cannabis medicinal para tratar la enfermedad de Parkinson seguirá en entredicho para la comunidad médica, debido a que no se cuenta con pautas sobre su eficacia y porque aún existen preocupaciones sobre la seguridad de los pacientes.

De esta forma, la realización de ensayos clínicos cuidadosamente controlados permitirá establecer aún más la eficacia y la seguridad del tratamiento con cannabis medicinal y conocer qué tipo de efectos adversos tiene.

Investigaciones sobre la enfermedad de Parkinson

Científicos de la Facultad de Medicina de la universidad de Louisville en Kentucky, Estados Unidos, identificaron un objetivo molecular previamente desconocido del cannabidiol (CBD), que puede tener importantes implicaciones terapéuticas para tratar el párkinson.

El CBD activa un receptor acoplado a proteína G llamado GPR6 que está altamente expresado en una región de los ganglios basales del cerebro. El GPR6 provoca un aumento de la dopamina, un neurotransmisor que podría tener un papel determinante en el tratamiento del párkinson, ya que este padecimiento conlleva la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas (productoras de dopamina) y el deterioro del control motor.

Otro estudio observacional de 2014 realizado por la universidad de Tel Aviv en Israel con 22 pacientes con párkinson encontró que el consumo de cannabis disminuyó los temblores (sacudidas), la rigidez y la bradicinesia, que es la lentitud de movimientos. También, hubo una mejora significativa en el sueño y en el alivio del dolor, y no se observaron efectos adversos significativos del fármaco.

Con información de Scitechdaily, Sensiseeds y CBD Project

Foto: Marc Olivier Joido / Unsplash

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