Una de las sustancias más preciadas para los consumidores medicinales es el cannabidiol, mejor conocido como CBD. Por ello, antes de comenzar cualquier tratamiento, muchos pacientes enfrentan la disyuntiva de conocer qué cannabis tiene mayor cantidad de CBD.
El CBD es un compuesto natural que surge en la flor resinosa del cannabis, la cual no tiene efecto psico activo, lo que lo hace uno de los cannabinoides más seguros para el consumo humano, porque no genera adicción.
Asimismo, este cannabinoide promueve un estado de bienestar, porque actúa en los receptores cannabinoides del cerebro y del cuerpo, sin provocar el efecto psico activo, que tiene la marihuana y algunos otros medicamentos.
La razón por la que el cannabis produce esta experiencia de alivio para muchos pacientes, es que imita y aumenta los efectos de los cannabinoides endógenos, los cuales son parte esencial del sistema endocannabinoide humano.
Dicho sistema regula una ampia gama de procesos fisiológicos que afectan cuestiones como el estado de ánimo, nivel de energía, funciones intestinales, el sistema inmunológico, la presión arterial, la densidad ósea, el metabolismo de la glucosa, el dolor, el estrés y el apetito.
Además, el CBD tiene efectos neuroprotectores y anti cancerígenos, resultado de algunas investigaciones médicas que se han realizado durante la última década sobre el comportamiento del CBD en el cuerpo humano.
Pese a estos posibles beneficios, es preciso indicar que la explotación comercial del CBD, aún tiene algunos límites, mismos que no podrán subsanarse, hasta que la investigación científica haya alcanzado los estandáres necesarios.
Mientras tanto, una parte de la constatación de los beneficios a la salud por el consumo de CBD solo se reduce a relatos anecdóticos de pacientes y médicos, que destacan el potencial del CBD como tratamiento para una amplia gama de enfermedades.
Sin embargo, investigaciones médicas como la de los doctores Pacher y George Kunos, científicos del Instituto Nacional de la Salud en Estados Unidos, realizada en 2014 colaboran en demostrar que ciertos tipos de enfermedades producen una alteración en las condiciones patológicas del sistema endocannabinoide.
Debido a ello, se considera que el consumo de CBD ayuda a regular y modular el sistema endocannabinoide. Por lo que, el CDB pueden retardar o, en algunos casos, detener la progresión de cierto tipo de enfermedades.
Entre los padecimientos, cuyo tratamiento con CBD se encuentra siendo investigado se encuentran: la inflamación, la artritis, el Alzheimer, la demencia, el Parkinson, la esclerosis múltiple, colitis, autismo, el ácne e incluso la diabetes y la obesidad.
Con base en estos descubrimientos científicos, la industria cannábica comenzó a producir, comercializar semillas de marihuana con CBD y algunos de sus derivados, debido al creciente interés en el uso terapéutico.
Es así que bancos de semillas y cultivadores incrementaron su tendencia a desarrollar genéticas con altos niveles de CBD y mínimo contenido de THC, lo que significa un efecto psico activo moderado.
La nuevas cepas con alto contenido de CBD son ideales para consumidores medicinales, que tienen poca tolerancia al THC o que huyen de los efectos y usos recreativos más comunes del cannabis.
De esta forma, una gran cantidad de cultivadores están trabajando para demostrar que cananbis tiene más CBD, al desarrollar variedades con niveles óptimos de CBD como las variedades: Critical Mass, Moby Dick y la Bubba Kush.
Otras variedades reconocidas por su concentración de CBD son: Chocolate Skunk CBD desarrollada por 00 Seeds; Early Amnesia CBD de Dinafem; EdPurt Regular de Ace Seeds; CBD Critical Cure de Barney´s Farm; Y Griega CBD de Medical Seeds; Painkiller XL de Royal Queen Seeds; Critical Mass CBD de Dinafem; Sweet Pure CBD de Sweet Seeds; OG Kush CBD de Medical Seeds y TNT Kush CBD de Eva Seeds.
El desarrollo de la industria cannábica medicinal, cuyo valor se estima en millones de dólares. Prueba de ello, es la aprobación por parte de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos en junio de 2018 de un medicamento, cuya base es el CBD.
Se trata del Epidiolex, una formulación farmacéutica, elaborada con CBD casi puro, que sirve como tratamiento para dos trastornos convulsivos pediátricos graves, el Síndrome de Gastaut y el síndrome de Dravet.
Aunque, vale resaltar que todavía hay muchas barreras, pues el precio de este tratamiento ronda los 30,000 dólares al año, lo que restringe su acceso para pacientes de escasos recursos.
Con información de Diosaplanta y Project CBD
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