El gigante del alcohol Constellations Brands, que en 2013 comprara los derechos para el manejo en Estados Unidos de las marcas cerveceras Corona y Modelo, tiene pensado, para 2019, una interesante innovación: el desarrollo de bebidas base de cannabis.
A medida que los mercados de cannabis se han ido abriendo en el mundo: especialmente en Norteamérica, con Canadá a un paso de abrir su mercado recreativo; Estados Unidos añadiendo cada vez más estados a un marco de regulación en su uso para adultos; y México con uno medicinal y de investigación, parecía sólo cuestión de tiempo para que la industria alcoholera reconociera el potencial del mercado.
Este miércoles, Bill Newlands, CEO de Constellation, dijo en la conferencia anual de la Consumer Analyst Group, en Nueva York, que uno de los objetivos claves de la compañía siempre ha sido el de estar un paso adelante, y el de presentar innovaciones que vayan acordes a las nuevas tendencias de consumo.
“Históricamente hemos trabajado para identificar y entender las nuevas formas en que los consumidores tienen de satisfacer sus necesidades”, dijo en referencia a una histórica inversión de Constellation en la firma Canopy Growth Corp; una de las compañías de cannabis más grandes en Canadá.
Esta inversión fue anunciada a finales del año pasado, y constituyó una participación de USD$190 millones para el 9.9% de las acciones de Canopy. En esta nueva relación comercial, Constellation será la encargada de entregar a Canopy un paquete de datos de analítica y marketing que le permita el desarrollo de una nueva marca de bebidas a base de cannabis.
El vocero de Constellation dijo para los medios en su momento que la inversión se dio específicamente con Canopy, porque Canadá está punto de convertirse en el segundo país del mundo en legalizar y regular completamente el uso de la cannabis; por ello, ningún producto a base de la planta, que sea desarrollado por esta nueva colaboración, entrará al mercado de Estados Unidos hasta que no la hayan legalizado completamente a nivel federal.
La expectativa de Constellation, no obstante, es que el producto se pueda exportar a todos los países cuyo marco regulatorio permita la venta de un artículo como ese. Aunque el uso recreativo de la planta será aprobado en un par de meses en Canadá, los comestibles y otros derivados no serán legales hasta el 2019.
“Nosotros esperamos que nuestras bebidas ingresen al mercado alrededor de ese año”, dijo Newlands en la conferencia, y añadió: “no debemos olvidar que el de la cannabis es un mercado muy grande. Nuestros estimados lo ubican en unos USD$50,000 millones: eso es prácticamente la mitad del valor del mercado cervecero: es muy grande”.
Esta alianza comercial podría cambiarle por completo la cara a la industria cannábica: no es la primera vez que una compañía de un negocio tradicionalmente opuesto al de la cannabis, como es el del alcohol, aprovecha las oportunidades de la naciente industria: a inicios de febrero de este año, la compañía de tabaco Alliance One, publicó que compraría una buena porción de las acciones de una firma de cáñamo industrial y CBD con sede en Carolina del Norte.
En su comunicado, Alliance One dijo que la iniciativa de expansión hacia el sector cannábico obedecía a una estrategia de modernización, y de penetración hacia sectores prometedores. A ese proyecto lo llamó One Tomorrow.
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