El 17 de octubre de 2018 Canadá se convirtió en el primer país del G7 en despenalizar el consumo y venta de la marihuana recreativa; tras un año de funcionamiento, el resultado del modelo de comercialización no es del todo satisfactorio, pues la marihuana ilegal sigue siendo más barata.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Cannabis, en los primeros diez meses de la venta legal del cannabis, las ventas alcanzaron los 676 millones de dólares canadienses, siendo los meses de junio y julio, donde la venta sumó 104 millones de pesos.
Respecto al venta ilegal, los resultados no han sido los esperados, pues sólo se ha reducido 20% respecto al 2018; esto debido, al precio que ostenta el cannabis en los negocios establecidos, a diferencia del costo que se obtiene en el mercado negro.
Marihuana barata
Cifras de la mencionada encuesta ponen en evidencia que actualmente, cuatro de cada 10 consumidores canadienses, sobre todo en regiones como Quebec, siguen comprando marihuana en las calles, donde el gramo cuesta en promedio los 5.93 dólares canadienses.
En cambio, en el mercado legal, el gramo de la marihuana tiene un costo de 10.65 dólares canadienses; precio del cual casi un dólar corresponde a impuestos; por lo que, el mercado ilegal sigue siendo 44% más barato.
Un artículo publicado en la Gaceta de Montreal reveló los resultados de una encuesta que demostró el peso que el mercado negro sigue teniendo en Quebec, sobre los fumadores habituales.
Los resultados demostraron que pese a la legalización, 82% de los fumadores habituales siguen comprando marihuana ilegal debido a motivos como: las entregas rápidas a domicilio, sin restricciones, con anonimato y además, con mejores precios.
Canadienses prefieren al mercado negro
Tales razones han influenciado al mercado, pues según datos de la Société québécoise du Cannabis (SQDC), de las 123 toneladas de marihuana que se han vendido en Quebec, durante 2018, sólo 27 toneladas eran legales.
Estimaciones de la SQDC, del total del consumo de marihuana que se realiza en aquella región canadiense, sólo 30% está regulada; aunque se tiene la intención de incrementar los puntos de venta legal para 2020.
Mientras tanto, los consumidores en Quebec continúan con utilizando los “servicios” de sus vendedores habituales; aunque, no descartan el uso de los negocios establecidos, siempre y cuando, los establecimientos ofrezcan mejores condiciones.
«Cuando anunciaron que iban a abrir, vi todo con interés, pero en la primera semana, hubo alineaciones todo el tiempo. Luego, después de eso, dijeron que estaban agotados y que estarían abiertos solo unos días a la semana. Me reí”, señaló al citado medio, Angèle, consumidora, quien prefirió no dar su nombre real.
Esa fue razón suficiente para que Angèle se quedara con su distribuidor habitual. Caso parecido al de Mathieu, otro consumidor que no ha abandonado a su vendedor habitual; aunque ha probado asistir a las tiendas autorizadas.
“Nunca pensé que vería el día en que podrías entrar a una tienda legal de marihuana en Quebec. Me sorprendió mucho lo organizado que está todo, las diferentes cepas y la forma en que se presentó. Estaba un poco convencido después de esa primera experiencia, regresé con mi distribuidor, porque hay filas masivas los fines de semana y a veces muchas de sus cepas están agotadas», explicó Mathieu.
Otro caso que vale la pena mencionar es el de los dispensarios médicos, donde el cannabis se puede vender y consumir de una forma menos burocrática y con un control establecido solamente por una receta médica.
Con información de La República y Montreal Gazette
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