Como parte de toda la cartera de conferencias especializadas de Expo Weed 2017, se charló sobre la relación que guarda la diabetes, una de las enfermedades más mortíferas del mundo, con la marihuana.
Juan Carlos Restrepo, doctor en medicina y especialista en Epidemiología clínica y molecular, expuso los claros y oscuros de este problema mundial de salud: “en primera instancia, para hablar de diabetes tenemos que hablar de obesidad y de síndrome metabólico. Hay diferencias importantes entre estas, y los distintos tipos de diabetes”.
“Para entender claramente la enfermedad, tenemos que diferenciar entre estos: entre los jóvenes la diferencia es muy clara, y más clara aún si son consumidores de cannabis”.
Llamó a los asistentes a tener en cuenta la estadística: “25% de la población en México tiene prediabetes y diabetes tipo 2. Es un problema que tenemos en toda Latinoamérica; en Estados Unidos, incluso, hay 28 millones de personas con este problema”.
Según las palabras del doctor, alrededor del mundo existen muy pocos estudios que demuestren conclusiones definitivas respecto a la relación de la diabetes y la cannabis, pero el primero de ellos se realizó en 1984: “en este estudio se consiguieron algunas premisas fundamentales: el THC aumenta el apetito; un gran nivel de adiposidad coporal, se relaciona con la sensibilidad a la glucosa; la cannabis tiene dos cannabinoides que se relacionan con la glucosa: la anandamida, y el 2AG o Dos Arachidoylglicerol”.
“El primero de ellos”, afirmó, “bloquea la acción de la glucosa; pero el 2AG bloquea la acción del primero y permite la acción de la glucosa: lo que se ha observado es que en pacientes recurrentes de cannabis, la anandamida gana la batalla contra el 2AG y el paciente tiene una mayor resistencia a la glucosa: esto genera en el metabolismo importantes cambios”.
Contrariamente a lo que se piensa, dio el médico, estos cambios metabólicos favorecen la actividad física: “médicamente hemos visto que los usuarios de cannabis tienen mayor prevalencia a la actividad física. Incluso, estudios posteriores, demostraron que existe una menor medida de obesos entre los consumidores recreativos de cannabis”.
Los estudios rigurosamente citados por el médico, fueron los de la Third National Health And Nutrition Examination Survey o NHANES, que han demostrado, incluso, que la relación de obesos aumenta entre aquellos que han abandonado el consumo de cannabis.
“En este sentido, la relación es inversa entre los usuarios de marihuana y el síndrome metabólico y la relación de obesos; lo que se ha demostrado es que no es un factor ‘protector’, pero sí la incidencia de estos padecimientos a nivel estadístico es mucho menor”.
La estadística, dijo Juan Carlos Restrepo, es una de las principales armas para disfrazar los datos duros. “Las conclusiones para esto son muy difíciles hay pocos estudios en el mundo alrededor de esto: los de CARDIA y los del NHANES son los únicos en el mundo que estudian a fondo esta relación”.
La variabilidad en los resultados de los estudios dificulta más aún el establecimiento de medidas rigurosas respecto al uso de cannabis en pacientes con diabetes. “Existe mucho miedo a investigar, en buena medida estas propias instituciones son las responsables de la falta de información médica rigurosa”.
La necesidad de una apertura médica al cannabis, y también viceversa, destacó el doctor, es imprescindible: “México es uno de los países con mayor obesidad en el mundo, seguido de Colombia y Venzuela. Es un problema de salud quizá mayor al cáncer, específicamente la diabetes, porque dura más y mata más”.
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