A un año de haberse legalizado el cannabis medicinal en Tailandia, el país asiático se convirtió en punta de lanza al abrir su primera clínica de cannabis, la cual atendió a más de 4000 personas en su primera semana.
El sanatorio opera en el marco de una regulación severa que pone diversos límites para el consumo de aceite de cannabis, el cual se combina con el uso de las prácticas de medicinal tradicional.
Miles de pacientes en espera
Según cifras del portal Asia News Network, a solo 10 días de su apertura, este servicio sumó un total de 4639 pacientes atendidos por cuidadores especializados, mientras que otras 12 000 personas se encuentran en espera para recibir atención con citas hasta marzo.
Al respecto, Anutin Charnvirakul, ministro de Salud Pública, afirmó que la clínica ha sido todo un éxito porque numerosas personas están interesadas en las terapias y en el tratamiento a base de cannabis.
En este sentido, Charnvirakul afirmó que más de 8000 botellas de aceite de cannabis que utilizan la fórmula de Ajarn Decha, aunado a 2000 recetas de medicinas tradicionales, fueron expendidas a pacientes ambulatorios del nosocomio en este corto plazo de tiempo.
Vale mencionar que tanto la atención como los medicamentos expedidos en esta clínica son de acceso gratuito para pacientes que cumplen con un proceso de solicitud, regulado por la ley y avalado medicamente.
Cannabis contra el dolor
Las personas que cumplen con estos criterios reciben como tratamiento frascos de entre 5 y 10 mg de aceite de cannabis con el objetivo de mitigar los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, síntomas de esclerosis múltiple, insomnio, migraña y otros padecimientos.
Al respecto, el titular del Ministerio de Salud calificó a este esfuerzo como una lucha por la salud de los tailandeses, la cual, a su vez, mejora las posibilidades económicas porque la industria legal de cannabis es una opción de más ingresos para la población.
Vale destacar que la ley que permite el uso de la marihuana medicinal contiene regulaciones generales que afectan la inversión, ventas, importaciones, exportaciones y posesión de productos basados en el cannabis.
Sobre regulación tailandesa
Tal es el caso de la restricción de importaciones para productos con CBD que está vigente hasta 2024, con el objetivo de que Tailandia pueda consolidar su mercado gracias al bloqueo de productores internacionales frente a un mercado con 70 millones de posibles consumidores.
Otro punto importante es la obtención de licencias para la producción de cannabis, las cuales están severamente controladas por el gobierno debido a que el sector de salud pública y las instituciones de investigación académica deben tener la primicia.
Asimismo, es importante mencionar que, por el momento, el país asiático no permite inversiones internacionales directas, lo que obliga a sus socios potenciales a establecer sus operaciones con socios locales del sector público.
Esto se da como parte de su estrategia para mantener su prestigio en el Índice de Transparencia Internacional sobre la Corrupción Percibida, que en 2019 le otorgó a Tailandia la posición 99 en el ranking compuesto por 180 países evaluados.
La clínica y sus límites
Cabe destacar que Tailandia estableció el límite de THC permitido en 1 % en peso seco para el cannabis medicinal, lo que coloca a este país en el grupo líder de las naciones que regulan este tema.
Dicha regulación permitirá que los productos con CBD que se vendan deberán mantenerse 99 % puros, además de que exige pruebas de testeo para THC en un laboratorio acreditado.
Lo anterior implica un cambio técnico en la legislación, pues significa que los extractos de aceite de CBD obtenidos del cannabis no serán considerados como sustancias narcóticas, como sí lo era la Ley de Narcóticos de Tailandia expedida en 1979.
Respecto a los pormenores de la legislación, los cambios a la ley ratifican que el extracto de cannabis y el cáñamo de bajo nivel deben considerarse en la lista aprobada como tratamientos medicinales.
Sin embargo, en el caso de la marihuana recreativa, la legislación remarca duras sanciones, pues sigue siendo ilegal con penas de hasta 10 años de prisión para los consumidores.
Con información Forbes, RPP y CDB Noticias
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