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Consejos para reducir los riesgos de consumir cannabis

Ya que su popularidad ha aumentado en todo el mundo, expertos comparten 10 consejos para reducir los riesgos de consumir cannabis.

Lejos de hacer ineficaces campañas publicitarias para desincentivar a sus adeptos, se ha optado por una política de información y concientización a sus usuarios.

Se ha hecho una exhaustiva revisión por parte de los expertos mundiales en cannabis para disminuir el potencial daño que puede ocasionar el consumo de marihuana.

La evidencia científica más reciente de la que se dispone, fue utilizada para elaborar las directrices  de bajo riesgo de uso de cannabis (LRCUG), en base a la falta de orientación y asesoría que existe para aquellos millones de personas que consumen esta hierba.

Esta evidencia dio origen a 10 consejos para disminuir el daño que puede causar el cannabis:

1.- Hay que partir de la premisa básica y lógica que evitar el consumo de la Cannabis sativa se puede considerar como la única forma válida  de prevenir riesgos para la salud por su causa directa o indirecta.

Pese a lo lógico de este predicamento, lo cierto es que existen varios millones de consumidores tan sólo en el Reino Unido.

2.- Es altamente conveniente favorecer el retraso en el inicio del consumo de la cannabis, puesto que, la gran mayoría de los efectos perjudiciales tanto para la salud como para el desenvolvimiento social se asocia con personas que se iniciaron en el consumo de la cannabis mucho antes de la edad de 16 años.

3.- Evitar el consumo de cepas de cannabis con alto contenido de la sustancia tetrahidrocannabinol (THC) y cannabidiol (CBD) bajo, ya que es precisamente el THC el compuesto que ha demostrado mayor efecto psicogénico entre los consumidores.

4.- No consumir cannabinoides sintéticos  conocidos como “spice”, ya que se han relacionado a la aparición de graves problemas mentales, incluso con resultados fatales.

Los cannabinoides sintéticos forman parte de una clase de peligrosas drogas llamadas «nuevas sustancias psicoactivas» («new psychoactive substances» o NPS). Son sustancias altamente psicoactivas, no reguladas, y que se han vuelto recientemente de fácil acceso en el mercado y están diseñadas para imitar los efectos de la cannabis.

5.- Es ideal consumir la cannabis de una forma que no sea en combinación con el tabaco, ya que un elevadísimo número de usuarios en el Reino Unido-77%- combinan tabaco con cannabis, que aumenta el riesgo de estos sujetos a patologías graves como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias severas, como son las EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

Si bien, el cálculo correcto de la dosis es difícil de realizar, el utilizar la cannabis comestible es considerada una opción que reviste menor riesgo para la salud.

6.- No inspirar profundamente el humo producto del fumar marihuana, ni intentar mantener dicho humo en el interior de los pulmones, conocida como la maniobra de Valsava, ya que no sólo incrementa el daño respiratorio, sino que también hace que ingrese mayor cantidad de químicos tóxicos a las vías respiratorias.

7.- Refiriéndose a la otra droga favorita, el alcohol, hay que descansar de él, como de la cannabis, por lo que se recomienda tener 1 a 2 días secos semanales. En el caso de la cannabis, se sugiere su utilización 1 día a la semana o reservarlo para los fines de semana.

8.- Hay que esperar un mínimo de 6 horas previo a conducir o andar en bicicleta, posterior al uso de la cannabis. Si bien, puede ser necesario esperar más tiempo antes de realizar estas actividades si se ha ingerido una marihuana de mayor potencia y la dosis que se haya incorporado al organismo.

Más aún es recomendable evitar conducir cualquier tipo de vehículo si además se ha consumido alguna cantidad de alcohol.

9.- Aquellas personas que presentan una vulnerabilidad especial al cannabis, debido a que manifiestan reacciones adversas exacerbadas o que se encuentran en una situación delicada, deben evitar consumirlo en absoluto.

Estos grupos de sujetos vulnerables incluyen a las embarazadas, debido al grave efecto que la droga puede producir, tanto en el embrión como en el feto. También las personas con antecedentes familiares de adicciones a drogas o graves desórdenes mentales como la psicosis.

10.- Hay que considerar, por último, que al existir una combinación de algunos de los elementos anteriormente mencionados, incrementará el riesgo para la salud del consumidor, que se manifestará tanto a corto como a largo plazo.

Esta es una clara forma de una política pragmática de asesoría a la comunidad consumidora de cannabis, para evitar daños mayores en su salud, ya que la prohibición en su utilización ha fracasado estrepitosamente, en especial, en aquellos países que han legalizado recientemente su utilización recreacional.

Categorias: Sociedad
Etiquetas: cannabisconsumo
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