Cuando se busca elegir un tipo de cannabis por lo regular existen tres variedades disponibles: índica, sativa o híbrida. El consumidor la adquiere por el tipo de efecto que espera de ella.
En general, se cree que la cepa “índica” es un sedante físico que funciona para relajarse al ver una película o antes de dormir. En cambio, existe la creencia de que el “sativas” funciona como estimulante cerebral, por lo que mejora el rendimiento físico, la socialización y la creatividad. Los híbridos están en medio y pueden provocar ambos efectos.
A la pregunta de cuál es la diferencia entre cannabis índica y sativa, sobresalen creencias tremendamente arraigadas sobre los efectos del cannabis. Sin embargo, al revisar la composición química de los ingredientes de estas cepas, resulta que no hay patrones claros que expliquen por qué una variedad pueda provocar sedación y la otra, estimulación. Las hojas y las flores de ambas cepas tienen diferente apariencia y altura, pero se trata de una distinción palpable sólo para el productor, ya que su aspecto no tiene relación alguna con sus efectos.
En la actualidad, la palabra “sativa” se refiere a un arbusto alto de hojas angostas, el Cannabis indica ssp. indica. En tanto que la palabra “índica” se vincula a una variedad de hojas robustas y anchas, Cannabis indica ssp. afghanica.
Ambas palabras comenzaron a utilizarse en el siglo 18, “sativa” se usaba para diferenciar a la variedad europeo-asiática de la que provenía de la India, índica, que provocaba mayor psicoactividad. Con el tiempo y el cultivo de la marihuana, los efectos relacionados con una y otra se invirtieron. Es decir, hoy, “sativa” se relaciona con vigor e “índica” con relajación.
Ethan Russo, neurólogo especializado en investigación psicofarmacológica del cannabis, explica que el etiquetado que actualmente se da a los tipos de marihuana no tiene sentido, pues los efectos de la planta no están relacionados con la apariencia de la hoja, pero tampoco existe evidencia científica sobre por qué una cepa y otra provocan determinados efectos. Sin embargo, explica, no se puede generalizar que todas las sativas vigorizan y todas las índicas relajen.
La planta de marihuana contiene cientos de componentes químicos que pueden crear efectos únicos, lo cual es producido especialmente por los cannabinoides como el THC y el CBD que son los más comunes para fines terapéuticos o recreativos. En el caso del THC (Δ9-tetrahydrocannabinol) provoca hambre y efectos psicoactivos, sin embargo también ayuda a mejorar el dolor y la náusea. Mientras que del CBD (cannabidiol) se considera que no contiene componentes tóxicos e incluso contribuye a aliviar la ansiedad, el dolor y la inflamación, entre otras dolencias médicas.
Jeffrey Raber, químico que fundó The Werc Shop, el primer laboratorio de pruebas independiente para analizar las variedades de cannabis comercial, también explica que los efectos dependen de distintos factores, incluido el perfil químico del producto, la biología y la tolerancia del consumidor, así como la dosis y el método de consumo.
“La mayoría de la gente piensa que los mayores niveles de CBD causan sedación y que es un componente altamente presente en los cultivos de índica, pero resulta que no es así”, explica Raber.
Ambos científicos coinciden en que también es necesario entender otros componentes fundamentales de la planta como son los terpenos. Se trata de una vasta y diversa clase de compuestos orgánicos que son el principal constituyente de los aceites esenciales de algunas hierbas y flores, como el limonero y el naranjo. Quienes usan aromaterapia para relajar o vitalizar mente y cuerpo entiende la acción básica de los terpenos que se encuentran en flores de lavanda, naranjas, pimientas y, por su puesto, cannabis. De hecho, se trata de compuestos que son secretados por las mismas glándulas que exudan THC y CBD. Y son los responsable de que el cannabis huela a bayas, cítricos o pino.
Una de las preguntas sobre la diferencia entre cannabis índica y sativa que aún se investigan en los laboratorios es cómo los terpenos y diferentes combinaciones de éstos definen los efectos de las distintas variedades del cannabis. “Los terpenos parece que son los jugadores principales en otorgar los efectos de sedación o vitalidad. Sin embargo, lograr identificar qué terpenos provocan esos efectos específicos es bastante complicado de explicar, pues parece que varía según su interacción entre ellos y con los otros cannabinoides”, añade Raber.
Hay tantos terpenos que se han encontrado en el cannabis que vale la pena que el consumidor se familiarice con los más comunes: mirceno, cariofileno, limoneno y terpinoleno. La recomendación es oler las variedades de cannabis antes de comprarlas y elegir por el aroma la que podría acomodar mejor a cada consumidor.
El usuario también deberá saber qué tanta tolerancia tiene al cannabis y si sospecha que será susceptible a la ansiedad y otros efectos secundarios provocados por el THC, entonces, deberá considerar cepas que contengan CBD. Si se busca una experiencia más duradera de los efectos, la recomendación es consumir alimentos, como panques, que lo contengan en bajas dosis. En cambio, si se busca una experiencia de corto tiempo, es mejor utilizar inhaladores.
En resumen, la diferencia entre cannabis índica y sativa, de acuerdo con la Leafly’s Cannabis Guide, para encontrar una variedad que provoque los efectos deseados, lo mejor es entender los ingredientes químicos, ya sea THC o CBD, y después considerar su olor, pues la interacción entre cannabinoides y terepenos provocarán un efecto determinado que en cada individuo será distinto, según la dosis y el método de consumo.
Con información de Leafly
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