En Colorado, uno de los estados pioneros en la legalización médica y recreativa de la cannabis en la nación americana, acaba de pasar una ley que permitirá a las enfermeras administrar cannabis medicinal a niños en las escuelas, la ley lleva por mote “La enmienda Quintin”, gracias a el caso clínico de Quintin Lovato, un niño de nueve años que padece epilepsia y el síndrome de Tourette.
A pesar de que Jeff Sessions, Fiscal General de los Estados Unidos, ha despotricado en contra de la planta, y ha trabajado para que la prohibición federal, y el estatus de la misma se mantenga en el nivel de peligrosidad número uno, al lado de la heroína, el gobernador de Colorado, John Hickenlooper, firmó la ley que aplicará sólo a los aceites y otros productos no fumables.
No quiere decir, pues, que los niños en Colorado podrán encender una pipa a la hora del receso: la ley prevé que sólo puedan ser administrados aceites y otros concentrados con alto contenido de CBD, para niños que posean previamente una carta de permiso médico y parental para el consumo del medicamento.
Por otro lado, serán las enfermeras o el personal encargado de las enfermerías escolares, los únicos encargados de la administración de la medicina, y de su almacenamiento en espacios secos, y cerrados, para prevenir que la sustancia caiga en malas manos. Será como cualquier otro medicamento de prescripción: se utilizará sólo en casos en los que esté certificado que el infante requiere de una dosis.
Para evitar ese tipo de confusiones, el propio gobernador escribió una carta anunciando la nueva ley: “para la creación y evaluación de esta iniciativa, charlamos con padres de familia y niños pacientes de la cannabis, y encontramos su razonamiento muy convincente: especialmente el de la señora Hannah Lovato, madre de Quintin”.
“Hemos asegurado que la ley considere los aspectos de traslado, almacenamiento y manejo de la cannabis médica, para que no haya lugar a confusiones ni caiga el medicamento en malas manos. Estas medidas de seguridad han sido claves para asegurar que la administración del medicamento en niños que así lo requieran, se haga de forma segura y eficaz dentro de su escuela”, cierra el gobernador en su carta.
El caso de Quintin Lovato, como se dijo, fue el que inspiró la creación de la ley: el niño padece de epilepsia y del síndrome de Tourette, que le causan agresivos espasmos corporales, y tics verbales y faciales muy difíciles de controlar. Su madre Hannah encontró que con tres dosis diarias de aceite de CBD, al Quintin se le detenían casi por entero los ataques.
Sin embargo, ambos padres trabajan, y no podían administrarle al niño su dosis de medio día. Hannah Lovato, a través de las redes sociales, llevaba a cabo un constante trabajo de activismo y concientización de su problema, ya muchos otros niños están en la misma situación de Quintin, una ley como la ya aprobada, les ofrece a los pacientes niños de cannabis, la oportunidad de acceder a su medicina de forma segura y constante.
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