Lo escuchamos este año en ExpoWeed en palabras de Paul Stanford: el cáñamo es quizá el cultivo que inauguró la agricultura; su uso para la fabricación de telas, alimentos, incluso combustible, es milenario.
Más de 25,000 productos se pueden fabricar con los tallos, fibras y hojas de la cannabis: todo aquello que puede ser fabricado con metal, madera, algodón, puede fabricarse también con cáñamo. Su uso tiene unos 5000 años de antigüedad, aunque, recién entrado el siglo XX, la aparición de los polímeros mandó a la producción de cáñamo industrial a segundo plano, e instauró la era de los plásticos.
Una de las empresas mexicanas más destacadas en esta materia, es Heaven Grown; dedicada a ofrecer servicios de ingeniería renovable, y construcción sustentable, han llevado la innovación de estos sectores hasta nuevos ámbitos: fabrican concreto y ladrillos con cáñamo, a los cuales han bautizado como hempcrete y hempbrick.
Una de las ventajas de la utilización del cáñamo, como materia para la construcción, es que es un aislante natural del calor, y del ruido. Además, el cáñamo como cultivo presenta también múltiples ventajas, entre ellas: no necesita casi pesticidas (al contrario que el algodón), mejora la calidad del suelo cultivado, en lugar de hacer mella en su fertilidad, y una hectárea de cultivo puede absorber 13 toneladas de CO2, y producir unas siete toneladas de cosecha.
En México el uso del cáñamo para la fabricación de textiles es también milenario: Enrique Feliciano lo escribió en su libro República Pacheca: la planta llegó a nuestro país en los barcos de los conquistadores españoles, ya que era entonces una moneda, y querían iniciar con ella, aquí, un mercado.
Incluso, destaca el autor en las primeras páginas de su libro, el ayate de la Virgen María está hecho precisamente de este material. Heaven Grown escribe al respecto: “el tallo del cáñamo tiene dos partes, la fibra y la pulpa. La fibra del cáñamo puede ser tejido en casi cualquier tipo de ropa. Es muy duradero. De hecho, los primeros Levi´s blue jeans fueron hechos con cáñamo por esta razón”.
Y subraya las ventajas que posee el cáñamo, por sobre el algodón, para estas aplicaciones: “la ropa hecha de cáñamo puede ser un poco menos suave que la de algodón, pero mucho más resistente ya que no se estira. Medioambientalmente, el cáñamo es también mucho mejor cultivo que el algodón, especialmente la forma en que se cultiva éste actualmente: en EEUU, los cultivos de algodón consumen la mitad de todos los pesticidas, por lo mismo, el algodón es un cultivo que daña el suelo, y necesita de muchos fertilizantes”.
Precisamente esta oportunidad de mercado es la que pretende cubrir la marca Keket: a través de sus tres modelos de camisetas hechas a base de cáñamo, se disponen a redefinir los conceptos de casual, moda, y juvenil.
“Queremos hacer prendas atemporales, de buena calidad, y con un diseño que nos ponga de buenas; nuestros objetivos son ofrecer una opción sustentable, y fomentar el mercado de cáñamo en México”, dicen las jóvenes emprendedoras en su video de Kickstarter.
Y es que, aunque poseen ya tres modelos prueba, hechos todos a base de cáñamo, su compañía, para nacer formalmente, necesita cubrir todavía los gastos de compra de la tela, patronaje, maquila, diseño, impresión, su página web, y publicidad. Por ello se han inclinado a la opción del crowdfunding a través de esta plataforma.
Su meta está puesta sobre los $40,000 pesos, y han juntado ya sus primeros $15,000; al proyecto le restan 38 días para que lo apoyes, puedes checar toda la info, aquí.
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