La marihuana fumada en su versión concentrada de alta potencia duplica los niveles de THC en la sangre comparada con la convencional, pero no por eso da una sensación de estar más high.
La intoxicación es básicamente la misma en ambos casos.
Los efectos secundarios podrán ser similares en los consumos de concentrados y convencionales, ¿pero a qué sucede a largo plazo en el organismo? ¿Por qué la intoxicación no varía aunque los niveles en la sangre sí?
Un grupo de investigadores de la CU Boulder (University of Colorado Boulder) se dio a la tarea de investigar un poco más los efectos de la marihuana en sus consumidores bajo estas condiciones y encontrar una respuesta a estas preguntas.
La marihuana y su presencia en la sangre
La autora principal del estudio, y profesora asistente en el Instituto de Ciencia Cognitiva, Cinnamon Bidwell, aclaró que aunque vieron diferencias notables en los niveles sanguíneos entre los dos grupos, estaban igualmente afectados.
Los voluntarios reportaron en sus autoinformes que se encontraron en una situación de intoxicación similar, al igual que lo que les pasó con sus medidas de equilibrio y y con su deterioro cognitivo.
«Las personas en el grupo de alta concentración estaban mucho menos comprometidas de lo que pensábamos que iban a estar», dijo el coautor Kent Hutchison, profesor de Psicología y Neurociencia en CU Boulder. «Si le hubiéramos dado a la gente una alta concentración de alcohol, habría sido una historia diferente».
El estudio presenta una preocupación principal, de acuerdo con CU Boulder Today, y es la siguiente: ¿Los concentrados de marihuana podrían poner a los consumidores en mayor riesgo de sufrir efectos secundarios a largo plazo?
La opción ideal es que los consumidores puedan tener los resultados que desean con dosis más bajas. Otro punto importante es preguntarse la rapidez con la que el cuerpo se hace tolerante al cannabis.
Un laboratorio móvil
Los investigadores tienen problemas constantes a la hora de realizar sus estudios, sin importar que la marihuana medicinal esté permitida dentro de los Estados Unidos en 33 estados y la recreacional, en 11.
Los especialistas tienen prohibido manipular o administrar marihuana, por lo que en algunos estudios anteriores han utilizado cepas suministradas por el gobierno.
Las cepas, desafortunadamente, contienen mucho menos THC que los productos del mundo real.
Bidwell y sus colegas decidieron analizar lo que la gente realmente usa y usaron sus propias «cannavans», dos camionetas Dodge Sprinter blancas, como laboratorios móviles.
El equipo condujo las camionetas a las residencias de los sujetos de estudio que usan cannabis. «No podemos llevar el mercado legal del cannabis a un laboratorio universitario, pero podemos llevar el laboratorio móvil a la gente», dijo.
El estudio evaluó por igual a 121 usuarios habituales de cannabis y los dividió en dos grupos. El primero era consumidor habitual de concentrados (aceites, extractos y ceras que incluyen los ingredientes activos sin las hojas y sin los tallos). El segundo, consumidor de la flor típicamente utilizada.
Los usuarios de flores usaron productos con 16 % o 24 % de THC, el principal ingrediente psicoactivo de la marihuana, de acuerdo con CU Boulder Today. Los usuarios de concentrados fueron asignados para consumir productos con 70 % o 90 % de THC.
Los que usaron concentrados tenían niveles de THC mucho más altos en la sangre, pero, sin importar la potencia del cannabis, este grupo se mantuvo igual de «drogado» que el otro.
Las conclusiones
El estudio encontró que el equilibrio se vio afectado en un 11 % en ambos grupos. También se vio comprometida la memoria. No obstante, los efectos desaparecieron en una hora aproximadamente.
Los investigadores no están seguros de cómo el grupo concentrado podía tener niveles tan altos de THC sin una mayor intoxicación. Sospechan que tiene que ver con la tolerancia que los consumidores «pesados» desarrollan.
Las diferencias genéticas o biológicas que hacen que algunas personas metabolicen el THC más rápidamente son importantes de mencionar.
Es posible que una vez que los compuestos de la marihuana llenen los receptores en el cerebro, lo que provoca intoxicación, los cannabinoides adicionales tengan poco impacto.
El documento se publicó en JAMA Psychiatry el 10 de junio del presente año y es el primero en evaluar el impacto agudo del cannabis entre los usuarios reales de productos del mercado legal.
*Con información de CU Boulder Today
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