La marihuana ha conseguido ayudar a curar ratones infectados con Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) —o «superbacterias» como se las conoce—, lo que representa una esperanza en la lucha contra la creciente resistencia bacteriana a los antibióticos.
Los especialistas consiguieron aislar una sustancia de la marihuana que puede ayudar a combatir bacterias que son resistentes a los antibióticos.
Para el estudio, cinco compuestos cannabinoides fueron examinados por presentar ciertas propiedades antibióticas, y se encontró que el cannabigerol (CBG) tiene particular potencia contra uno de los patógenos más comunes en los nosocomios: Staphylococcus aureus, resistente a la meticilina (MRSA o SARM).
El cannabigerol, que no cuenta con propiedades psicoactivas, consiguió acabar con colonias comunes de SARM y células antibiótico-resistentes causantes de enfermedades infecciosas repetitivas y difíciles de tratar.
Pero no solo eso, pues los científicos demostraron que el cannabigerol también barrió con las «biopelículas» de SARM que se forman en la superficie de la piel y en los implantes médicos.
Después de probar la eficacia del cannabigerol contra las colonias tipo SARM, se prosiguió a comprobar la capacidad de cannabigerol frente a infecciones en animales.
Los resultados fueron que el cannabigerol eliminaba las infecciones por SARM en un grupo de ratones con un margen de eficacia similar a la presentada por la vancomicina, un antibiótico de amplio espectro útil frente a cepas farmacorresistentes.
Eric Brown, un microbiólogo de la universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, comentó que los cannabinoides claramente tienen interesantes compuestos similares a los fármacos, pero el análisis de estos es aún muy joven y por lo pronto es muy escasa la seguridad para su uso clínico.
Las «superbacterias» y su relación con el abuso de antibióticos
Este problema se ha convertido en una verdadera amenaza por su difícil tratamiento, por lo que representa un problema de salud pública.
La exdirectora médica de Inglaterra, Dame Sally Davies, asegura que nos esperan «escenarios apocalípticos», ya que la pérdida de antibióticos eficaces nos dejaría indefensos frente a enfermedades infecciosas que anteriormente eran tratables. Esta situación conduciría a la muerte de pacientes por infecciones comunes y la cirugía tendría un alto índice de morbimortalidad.
Las bacterias, en general, se pueden clasificar en 2 grandes grupos de acuerdo a la distinción de Gram: los Gram positivos y los Gram negativos. Las bacterias tipo SARM se conocen como gram positivas, y están estructuradas con una gruesa membrana celular, a diferencia de las Gram negativas que tienen membranas internas y externas.
Infecciones difíciles de tratar
Las 3 infecciones clasificadas como prioridad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son las causadas por los agentes Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacteriaceae.
Brown encontró que el Cannabigenol y otros cannabinoides no funcionan bien frente a los Gram negativos y los multidrogo resistentes, pero cuando fue utilizado con pequeñas dosis de polimixina B, un antibiótico que impide la formación de membrana celular de bacterias Gram negativas, aniquiló a estos patógenos.
El cannabis tiene compuestos que luchan contra las «superbacterias»
Brown los aisló utilizando olivatol y geraniol para estudiar su mecanismo de acción y para poder trabajar con una amplia variedad de cannabinoides.
Por ahora, estos compuestos solo protegen a la planta de infecciones bacterianas y fúngicas, y en la actualidad no son útiles frente a infecciones en humanos, pero abre la puerta a nuevas investigaciones, ya que hay evidencia de que el cannabigerol es capaz de tratar la sepsis en ratones.
Información de: The Guardian
Deja un comentario