Una niña de seis años, residente de Texas, cuyo nombre permanece en el anonimato, en orden de mantener la confidencialidad y seguridad, ha sido la primera en todo el estado en recibir un tratamiento a base de cannabis.
Se trata de un aceite rico en cannabidiol (CBD), que servirá como tratamiento para su epilepsia. La compañía que provee el medicamento fue Knox Medical, con sede en Florida; aunque el dispensario del que salió el encargo fue texano, uno ubicado en el pequeño poblado de Shulenberg. De hecho, el dispensario abrió en septiembre pasado.
Se trató de un hecho inédito, no sólo porque el estado de Texas se ha mantenido muy al margen en cuanto a la pujante regulación de cannabis, sino porque el poblado tiene menos de 3000 habitantes, y la cultura cannábica en realidad no es aceptada en el estado.
Si Knox Medical pudo abrir un dispensario ahí, fue gracias a que se trataba de cannabis medicinal y no recreativa, y desde luego, a que, en 2015, Texas permitió la entrada del CBD como tratamiento gracias a que el Departamento de Salud y Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés) aprobó el Texas Compassionate Use Act, que permite a doctores prescribir tratamientos a base de cannabis, siempre y cuando tengan menos del 0.5% de tetrahidrocannabinol (THC), y al menos 10% de CBD.
El acto fue aprobado en buena medida para que pacientes con epilepsia refractaria pudieran acceder a la medicina, particularmente niños.
“Los pacientes merecen un tratamiento efectivo y que les ayude a reducir los ataques epilépticos y les mejore su calidad de vida. Medical Knox es exactamente lo que pretende ofrecer, y está orgulloso de poder trabajar al lado de doctores, enfermeras y de todo el departamento de Seguridad Pública de Texas”, dijo José Hidalgo, CEO de Knox.
“El hecho de que el primer paciente texano ya tenga la posibilidad de acceder al tratamiento, marca un hito en la historia de Texas, y vamos a trabajar incansablemente a partir de este punto, para construir la confianza y la responsabilidad que los texanos nos exigen”, agregó, “la espera de los pacientes ha, por fin, terminado”.
Knox Medical, constituye una de tres compañías que en todo el estado tienen el mismo permiso; las otras dos son: Compassionate Cultivation y Surterra Texas, ambas localizadas en Austin. De tal modo que, aunque la ley fue promulgada en 2015, la industria del cannabis médico en Texas apenas comienza.
La lista de doctores capaces de prescribir cannabis médico, apenas tiene 20 nombres; y el primer dispensario de la Compassionate Cultivation, abrirá sus puertas en febrero 8.
Respecto a la paciente, la información que se tiene es que una trabajadora social fue la encargada de mostrarle a los padres, y a ella misma, la forma correcta de usar el aceite; y son enfermeras las únicas posibilitadas para acercar a los padres a nuevas dosis.
Se calcula que alrededor de 160,000 texanos padecen de epilepsia refractaria, lo que representa alrededor del 1% de la población total del estado.
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