Desde el domingo el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, está de visita en nuestro país junto con una comitiva de empresarios, para fortalecer las relaciones comerciales de ambos países, a la sombra de lo que podría pasar con la reconfiguración del Tratado de Libre Comercio.
Hasta el momento, tres han sido las áreas de acuerdo: comercial, diplomática y académica, y los avances del encuentro han dejado ya abierta la puerta para el comercio de carne y productos lácteos sin aranceles; el trazo de una nueva ruta área entre Montevideo y la Ciudad de México, con propósitos turísticos; y la firma de una serie de memorándums y acuerdos cooperativos en materia aduanera y académico diplomática, para el desarrollo de nuevas empresas.
Sin embargo, uno de los puntos cruciales del encuentro ha girado en torno a la planta verde: la cannabis, pues, al tener nuestro país su recién estrenada reforma, que permite, desde junio pasado, el consumo de medicamentos a base de cáñamo y la investigación científica de la planta; y de forma mucho más reciente, su cultivo y producción con los mismos fines; se ha abierto una importante oportunidad comercial con el país sudamericano, que tiene, desde 2013, una importante regulación en la materia.
De acuerdo con lo reportado por los medios uruguayos, uno de los empresarios que acompaña la comitiva de Vázquez, es Alejandro Antalich, director ejecutivo de ICC Labs: el primer laboratorio de investigación, extracción y producción de Cannabidiol de toda Sudamérica. Este laboratorio ha significado una inversión de USD$100 millones, y será inaugurado próximamente, con la presencia del propio presidente uruguayo, y la de Antalich.
La presencia de este último en nuestro país obedece a que el gobierno mexicano busca configurar su plataforma cannábica de una forma similar a como lo ha venido haciendo Uruguay; y éste país ha consolidado una importante fuerza de exportación cannábica.
De acuerdo a Gustavo Robaina, investigador del Monitor Cannabis, desde abril pasado Uruguay tiene tres propuestas comerciales importantes para sus especialidades farmacéuticas con cannabidiol (CBD) y menos del 1% de tetrahidrocannabinol (THC): la primera de ellas se centra en el Instituto Pasteur, con fines científicos; la segunda es con la compañía Fotmer Corporation, que investiga, produce y comercializa productos médicos a base de cáñamo; y la tercera sería con capitales suizos.
Estas propuestas derivarían en que, a principios de 2018, hubiera en plazas comerciales productos a base de cáñamo con la leyenda “Made in Uruguay”. En el marco de los acuerdos comerciales del país sudamericano con el nuestro, podría haber una puerta abierta para estos productos en nuestro país.
De concretarse, México diversificaría su plantilla de productos cannábicos, y tendría un rumbo claro a seguir para su propia industria: en Uruguay dejarán de importar estos productos; en palabras de Robaina: “no tendría sentido seguir importando si esos productos se pueden elaborar y vender aquí mismo”.
Desde luego, eso tiene un impacto directo sobre el precio: según sus estimaciones, cada usuario gasta alrededor de USD$300 por cada producto de cannabis medicinal del extranjero. Con la entrada al mercado uruguayo de sus propios productos, estos precios podrían descender hasta los USD$30 o 100.
Con nuestra reforma, y una sustanciosa inversión, México podría tener también su propio laboratorio y productos nacionales. Acaso sea esto también motivo de discusión en los encuentros entre los empresarios uruguayos y el presidente Enrique Peña. De cualquier forma, la entrada de productos medicinales de cannabis elaborados en Uurugay, en el marco de un acuerdo bilateral de libre comercio entre ambos países, podría tener también ventajas sobre el costo final para el usuario mexicano. El inicio de esta nueva relación comercial podría concretarse en diciembre.
Deja un comentario