El día de hoy se ha confirmado que Perú se una a los países de América Latina que impulsan la investigación, la producción y el comercio del cannabis con fines medicinales y científicos. Con 67 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones, el pleno peruano aprobó la iniciativa, y el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, habrá de promulgarla los próximos días.
Esta iniciativa fue impulsada por distintos frentes: en febrero de este año la policía nacional peruana registró un laboratorio informal en Lima, en el que se producía aceite de cannabis con fines medicinales. Las autoridades decomisaron las instalaciones y cinco kilos de marihuana.
Este laboratorio era propiedad de la Asociación Buscando Esperanza, que proveía a alrededor de 80 pacientes con el medicamento; según los medios locales, la asociación tenía meses mandando cartas al Congreso solicitando impulsaran una ley que aprobara el uso médico de la planta.
Posteriormente, en mayo, los parlamentarios Gloria Montenegro y Hernando Cevallos impulsaron en el Congreso un proyecto de ley muy similar al que impulsaron y llevaron hasta su aprobación final, Tania Pariona y Alberto de Belaunde, del Partido Peruanos por el Kambio.
Con esta nueva disposición, el Ministerio de Salud estará encargado de regular el uso entre pacientes, y creará dos registros oficiales, uno de los cuales será reservado, para llevar un censo y control de pacientes certificados; el registro contará con los datos del paciente, información sobre la enfermedad que padece, dosis recomendada y el nombre del médico que la prescribe.
En la parte fiscal, el ministerio creará, igualmente, un registro para personas naturales o jurídicas, para aquellos individuos o instituciones que desempeñen importación, producción y comercialización de cannabis; y otro para las entidades encargadas de la investigación científica de la planta.
Durante el debate en el pleno, De Belaunde destacó que Chila, Argentina, Uruguay, Colombia, México, Estados Unidos, Australia, Canadá y gran parte de Europa, ya contaban con regulaciones de cannabis.
Por otro lado, Pariona destacó, una vez concluída la votación que, si bien el dictamen final no contempla el cultivo, la iniciativa “da un paso importante en el marco legal para el uso medicinal, que incluye la producción y la investigación, y el registro de los pacientes y los médicos: va a ser muy valioso que a lo largo de los años podamos ir dando pasos siguientes, a medida en que avance la evidencia”.
Agregó también que los padres y madres de familia involucrados en actividades relacionadas con el cannabis, a causa de alguna enfermedad, no serán criminalizados; y es que una disposición final contempla que los cargos por narcotráfico que fueron imputados a los trabajadores del laboratorio sean anulados.
Los congresistas pusieron especial énfasis en la diferencia que existe entre el cannabis medicinal y el recreativo. Pariona dijo ante el parlamento: “el cannabis que se utiliza para fines recreativos tiene un THC mucho más alto que el medicinal. Además, el tratamiento del cannabis medicinal es a través de la ingesta de aceites, aplicación de pomadas y otros derivados muy distintos al cigarrillo que se fuma con fines lúdicos”.
En síntesis, después de esta ley aprobada, se crearán en el Perú registros de pacientes, médicos, vendedores e importadores de cannabis, así como de universidades dedicadas a su investigación; además, se modificará el Código Penal, y su artículo 299, para que no sea punible la posesión o el transporte de cannabis con fines medicinales o terapéuticos, siempre que se demuestre la finalidad de su posesión, la cantidad justa de su tratamiento, o se demuestre ser el tutor o cuidador de algún paciente.
Con todo ello, las más de 100,000 personas en Perú, de acuerdo a lo estimado por Tania Pariona, cuya calidad de vida ya depende de la planta, tendrán un beneficio directo, y dejarán de ser perseguidas por la ley.
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