En el contexto de la alerta emitida por Estados Unidos ante decenas de casos de enfermedades cardiorespiratorias, así como muertes vinculadas con el uso de vaporizadores con THC, ahora en Reino Unido surgió el temor de que algunos productos con aceite de cannabis puedan incluir químicos ilegales de alta inducción.
Actualmente, en la nación insular de Europa, los productos de cannabidiol legales no medicinales pueden ser comprados en farmacias o tiendas pequeñas, aunque se clasifican como complementos alimenticios porque no contienen THC (o por lo menos no deberían, pues es ilegal).
En Reino Unido, el aceite de cannabis y sus derivados no son considerados medicinales, pero sí son utilizados de manera legal para calmar dolores crónicos, tratar el insomnio y controlar la ansiedad.
Sin embargo, el temor de que algunos de estos productos estén mal etiquetados y algunas personas puedan consumir drogas ilegales sin saberlo va en ascenso.
Estudian el aceite de cannabis y confirman sospechas
Al respecto, el Centro para el Cannabis Medicinal y el laboratorio PhytoVista realizaron un estudio que confirmó algunas de estas sospechas.
La investigación reveló que existen productos que se venden por 90 libras, es decir, poco más de 2200 pesos, que ni siquiera contienen un solo rastro de CBD.
Según las estimaciones, en Reino Unido, de 30 productos «con aceite de cannabis» que están a la venta de manera legal, dos tercios contienen menos del 90 % del CBD que prometían. Y no solo eso, sino que alrededor del 45 % tiene niveles considerables de THC. Así, venden algo ilegal con la fachada de legal, engañando a los consumidores.
En ese tenor, la jefa de Servicios de Asesoramiento y Apoyo de la Asociación Nacional de Farmacias, Jasmine Shah, recomendó a los pacientes que busquen adquirir estos productos con el farmacéutico al que usualmente recurren. La idea es que indiquen sus síntomas y sus preocupaciones, en lugar de pedir de manera directa un producto específico.
“El farmacéutico podría ayudarlo a suministrarle un medicamento adecuado o a darle la seguridad de que no necesita comprar ningún producto”, indicó.
Además, solicitó al Ministerio del Interior que sea más claro sobre las pautas de lo que puede venderse en las farmacias, pues consideró que “es difícil de interpretar”.
En Reino Unido, la aprobación de los medicamentos a base de cannabis se logró en noviembre de 2018. Fue tras varios ensayos clínicos presentados por especialistas y después de una modificación a la ley que permite a médicos recetar este tipo de tratamientos en ciertos casos. Algunos ejemplos son la epilepsia y EM, una enfermedad neurodegenerativa progresiva del sistema nervioso central que causa pérdida de la motricidad.
Información de BBC y The Telegraph
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