Una agencia de viajes colombiana, Promoviajes, ha creado el Cannabis Tour: un paseo por los cultivos de cannabis en el Cuacua, que parte desde Cali, y que busca promover dos cosas: la naciente industria de cannabis medicinal y la paz social, en la región antes azotada por el conflicto bélico entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el ejército.
Estamos en la Colombia posconflicto, el acuerdo de paz que se firmó en Bogotá en noviembre del año pasado ha permitido que en la región florezcan emprendedores como Walter González, el organizador del cannabis tour, y le han dado una nueva cara a la región montañosa del Cauca.
“Estas montañas del Cauca, después de las 7:00 p.m., se ven hermosas. Parecen pesebres por las luces encendidas en los invernaderos de marihuana. O si vas en un avión parecerán pequeñas ciudades”, dice Walter en entrevista para El Colombiano.
El tour parte en Cali, y se dirige a una granja de cannabis medicinal en Corinto (uno de los municipios gravemente afectados por la guerra) y ahí se les muestra a los asistentes el proceso de cultivo, crecimiento y floración de la planta. Casi todos los que toman el tour son extranjeros, especialmente hay muchos israelíes.
Después parte hacia el río de la zona, y se almuerza en el parque José María Obando del municipio, y se regresa a Cali, finalmente. Cuesta $180 pesos colombianos, lo equivalente a 60 dólares.
La idea le surgió a Walter, y a Mónica Blanco, su socia, después de que se realizara la primera feria de cannabis medicinal en Medellín: la Expomedeweed, el año pasado: “con los conferencistas que participaron en la primera versión– médicos, científicos, empresarios – se hicieron viajes al Cauca para conocer la manera en que los campesinos e indígenas cultivaban la marihuana y ahí me surgió la idea de hacer lo mismo, pero con turistas.”, comenta.
Aunque tenía décadas dedicándose al turismo, la naciente industria cannábica legal en Colombia les abrió la puerta a nuevos destinos.
Fue también el año pasado cuando, a través de la ley 1787, el estado colombiano permitió el uso médico y científico de la planta. Ya en abril de este año, los ministros de Justicia, Salud y Agricultura firmaron un decreto que permite la llegada y operación de compañías extranjeras en el sector: Med Colombia, Cannabis Medical Group, Medcann Colombia, Colombian Organics, Canmecol y Khiron Colombia, son algunas de las que ya han obtenido permisos de operación.
Particularmente en la región del Cauca, la empresa One Colombia habrá de construir la primera planta de extractos medicinales de cannabis para su comercialización. Precisamente dentro de este marco se sitúa el Cannabis Tour: después del Acuerdo de Paz y la promoción de la ley reguladora de cannabis, pretende mostrar las alternativas de la región, su nueva cara.
Pero además de los propósitos didácticos, el viaje cuenta con dos particularidades, y que son las que atraen a los extranjeros: al término del mismo se regala, para el que quiera, 20 gramos (que es la dosis permitida) de la variedad que se produce en Corinto: el Punto Rojo, según los conocedores, una variedad fuerte; y la segunda: la posibilidad de visitar los graneros de la granja, repletos de bolsas de cogollos, para sacarse fotografías, y una nutrida variedad de suvenires fabricados a partir del cáñamo. Incluso se venden ladrillos de cáñamo, que tienen la particularidad de que aíslan el calor: se pueden construir con ellos casas frescas, amables con el ambiente.
“Algunos nos critican por hacer este tour, nos dicen que difundimos la imagen de que el país sigue siendo una nación de drogas, pero lo que pretendemos es todo lo contrario: ampliar la oferta turística de Cali mostrando la Colombia que se está intentando construir después de la paz con las Farc. También buscamos entrar en esta nueva industria legal del cannabis en la que el país tiene mucho potencial. Entre nuestros objetivos, además del tour, está crear una granja de cannabis, un hotel temático y un lugar donde las personas puedan hacer sus tratamientos con la planta. Turismo de bienestar”, explica Walter.
Para el alcalde de Corinto, Edward García, la presencia de tours como el de Walter, la llegada de compañías extranjeras a la región, no sólo es fuente de empleos, de ingresos, sino un verdadero acto transformador: en entrevista telefónica con El Colombiano, el funcionario explica en los días de guerra, en su municipio se cultivaba el 30% de la marihuana ilegal que producía el país y que financiaba a las FARC; ahora, después de la firma de paz, el municipio puede poseer el mismo 30% del mercado, pero ahora el legal, el médico, el industrial.
“Mientras en el mundo la cannabis medicinal es una industria consolidada, en Colombia apenas estamos en la fase inicial de las licencias y la tecnificación de los cultivos. No se puede sembrar marihuana medicinal donde se sembró la que se utilizaba para fines recreativos, porque la tierra ya tiene abonos químicos, por ejemplo. Por eso la importancia de la inversión extranjera para que apoyen a la gente en todo sentido. Ya hemos logrado que las empresas no solo contraten el porcentaje que les exige la Ley, sino que el 100% de la producción de cannabis medicinal e industrial se lo adquieran a campesinos e indígenas de nuestro municipio y otros cercanos como Caloto, Toribío, Jambaló. De momento unas 1000 personas de Corinto se beneficiarán con esas alianzas, y lo que buscamos es que los que siguen cultivando marihuana de manera ilegal, comiencen a vincularse a esta nueva industria –, decía el Alcalde por el teléfono, días después del tour”.
La empresa de Walter, en este sentido, opera de forma completamente legal, y emplea a agricultores de la zona: promueve a otros emprendedores a la creación de nuevas pequeñas empresas de extracción o transformación del cannabis. A través de redes sociales, se difunden sus actividades. El trayecto no dura más de una hora, y todo el proyecto en su conjunto, participa en la Expo Corinto: la primera feria cannábica del municipio: su primera edición se realizó en mayo de este año.
Deja un comentario