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Estudiantes colombianas podrían desarrollar tampones con cannabis, que alivian el dolor

Cuatro jóvenes colombianas podrían desarrollar tampones con cannabis que ayudarían a aliviar el dolor mentrual, y podrían sustituir el uso de fármacos como Buscapina y Calmidol, que usualmente se agregan a los tampones para los mismos fines.

Gabriela Parra, Isabela Gaviria, Valentina Mogollón y Carolina Silva fueron las ganadoras del primer premio de la Feria de Espíritu Emprendedor, que se realiza anualmente en la facultad de Administración de Emperesas –donde ellas estudian, el cuarto semestre– del Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA), de Bogotá.

Su proyecto La Femme, destacó de los otros 33 presentados en el evento; y consiste en, como lo anotamos arriba, agregar cannabis a los tampones con el fin de aliviar los dolores menstruales. El tampón en sí mismo, es igual a todos los demás, pero el aditamento de cannabis fue lo que llamó la atención de los jurados, por dos razones, una: su proyecto podría contribuir al alivio de miles de mujeres en una situación por mucho incómoda de sus vidas; y la otra: su viabilidad.

El comunicado de la institución destaca: “el factor diferencial del proyecto fue la cannabis; a este respecto, desde el punto de vista económico, el modelo de negocio de La Femme puede tener oportunidades importantes, si se tiene en cuenta lo que históricamente ha sido la producción de marihuana en Colombia”.

Y es que las jóvenes se dieron a la tarea de estudiar todas las aristas de su proyecto, desde su identidad corporativa, su diseño, y toda la parte médica como jurídica. De acuerdo a lo reportado por el CESA: “hablaron con doctores, ginecólogos y farmaceutas que les dieron pistas sobre las posibilidades terapéuticas del producto”.

Por otro lado, el peso histórico de la planta en este país es tal, que en 2013 un estudio de la Policía Nacional documentó que la mitad de la marihuana que se movía entonces en el país, con fines recreativos, provenía de una región en particular: el Cauca.

En municipios de esa región, como Toribío, Caloto, Miranda y Corinto, seis de cada diez pobladores subsisten gracias la economía que se desprende del cannabis; así pues, La Femme podría incluso contribuir a la economía local, o servirse de ella.

El premio otorgado a las estudiantes tiene dos fases, una: un viaje a Boston, Estados Unidos, para que reciban el reconocimiento de manos del rector de la institución, Henry Bradford (dado que el CESA fue catalogada como una institución Changemaker por su nutrido escenario de innovación educativa); y la segunda: la oportunidad de presentar su proyecto en el lobby del evento, para establecer relación con inversionistas.

En palabras de Gabriela Parra, la mejor parte del trabajo fue la que estuvo relacionada con su profesor tutor, que les ayudó a aterrizar el concepto del proyecto; la parte difícil, dijo Valentina Mogollón, fue la financiera: “ahí fue donde tuvimos el mayor estrés, porque es lo que uno tiene que tener más claro, pues es en eso en lo que más se fijan los inversionistas”.

Dado que las jóvenes no terminan aún sus estudios universitarios, su empresa no podrá constituirse hasta que no lo hagan, razón por la cual el proyecto deberá esperar. Sin embargo, el esquema podría cambiar si aseguran alguna inversión durante su viaje.

Categorias: Empresas
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