El ácido cannabigerólico es uno de los muchos cannabinoides menores producidos por la planta de cannabis. El CBGA, «abuelo» de los cannabinoides, es considerado así porque está en la parte superior de la reacción en cascada que produce las tres líneas principales de ácidos que se transforman en THC (tetrahidrocannabinol), CBD (cannabidiol) o CBC (cannabicromeno).
El CBGA también puede convertirse en CBG, pero en la mayoría de las cepas deriva en THC o CBD. Los científicos conocen el CBG (cannabigerol) desde hace más de 50 años, pero a partir de que logró aislarse como cannabinoide se realizan investigaciones sobre sus beneficios. Aún hay pocos estudios médicos sobre su utilidad, pero los primeros resultados dan algunas pistas sobre posibles aplicaciones para tratar cáncer de colón, trastornos metabólicos y enfermedades cardiovasculares.
Hacia dónde apuntan las investigaciones
Parece que, algún día, el CBGA podría resultar crucial para pacientes con cáncer colorrectal, el tercer cáncer más común y la cuarta causa de muerte relacionada con cáncer. Un equipo de investigadores israelíes analizó los efectos citotóxicos del CBGA y descubrió que mataba las células de cáncer de colon, aceleraba su muerte celular temprana y detenía el ciclo celular cancerígeno.
Si bien se requiere más investigación, la siguiente línea de estudio implica averiguar si el CBGA puede atacar no solo las células de cáncer de colon, sino que además pueda prevenir el crecimiento y la proliferación de pólipos, un pequeño conjunto de células que normalmente son inofensivas, pero que con el tiempo podrían resultar cancerígenas.
Otro equipo de investigación descubrió que CBGA también puede ayudar a pacientes con trastornos metabólicos. Con una simulación por computadora que se realizó para analizar el papel del cannabinoide en la activación de los receptores activados por proliferadores de peroxisomas (PPAR) que regulan el metabolismo, se descubrió que cuando los PPAR no funcionan correctamente, las personas desarrollan enfermedades como diabetes y altos niveles de colesterol o triglicéridos (dislipidemia). Este estudio mostró que el CBGA activó los receptores PPAR y estimuló el metabolismo de los lípidos, por lo que redujo su acumulación. Se trata de una investigación que aún tiene pendiente ensayos con animales y humanos.
Aunque aún se revisa el tipo de dosis recomendada, también parece que podría ayudar a los pacientes diabéticos a combatir complicaciones y comorbilidades de la enfermedad, como la enfermedad cardiovascular, pues in vitro se encontró que inhibe la enzima aldosa reductasa, vinculada con problemas de corazón.
Hasta la fecha, se han descubierto 111 cannabinoides en el cannabis. No hay estudios suficientes para comprender toda la importancia y las posibilidades de estos compuestos. Así que las investigaciones del CBG como cannabinoide primigenio resultan fundamentales. No es psicoactivo. Y sumado a su importancia para la formación de otras sustancias, tiene su propio valor intrínseco.
Con información de Leafly.
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