En Reino Unido, las familias de niños con epilepsia se encuentran muy preocupadas por el acceso a sus medicamentos a base de cannabis. Han solicitado desesperadamente al gobierno que tome medidas para asegurar su suministro, pues derivado de la pandemia por coronavirus, el Servicio Nacional de Salud sufre un severo desabastecimiento.
Aproximadamente veinte familias de pacientes con epilepsia lanzaron la campaña End Our Pain, a través de la cual solicitan enérgicamente al gobierno que les brinde certidumbre sobre acceso al cannabis medicinal, pues tras un bloqueo casi total en las prescripciones del Servicio Nacional de Salud, los pacientes se han visto en la necesidad de recaudar fondos para adquirir el tratamiento por vía privada.
Los afectados han tenido que recaudar aproximadamente 2500 libras esterlinas al mes para poder pagar los medicamentos e importarlos desde Holanda, a donde debe trasladarse una persona y recoger el tratamiento debido a las restricciones legales.
Aunado a esta problemática fronteriza, las campañas de recaudación llevadas a cabo por las familias de estos pacientes incluyen actividades al aire libre e interacción con la comunidad, actividades actualmente prohibidas por la contingencia llevada a cabo como medida sanitaria.
Desabastecimiento vs coronavirus
Hannah Deacon, cuyo hijo Alfie Dingley fue líder en la lucha por la legalización del cannabis medicinal, aseguró que están abrumados, pues sus familias están al borde de la quiebra y es casi imposible sustentar estas medidas. Además, sus hijos con epilepsia son considerados como grupo vulnerable ante los contagios de coronavirus y su única esperanza es la capacidad del gobierno para solucionar esa situación.
Jo Griffiths, portavoz de estas familias, explicó que es casi imposible para ellos esperar más, ya que estas medicinas son las únicas que han conseguido mantener a sus hijos relativamente estables, además de que si sus defensas continúan bajando, serán cada vez más vulnerables al COVID-19.
El éxito en el abastecimiento de estos medicamentos significa la vida o la muerte, ya que si la enfermedad de estos pacientes se complica, tendrán que ser tratados en la Unidad de Cuidados Intensivos unas 36 horas aproximadamente.
Las familias de estos pacientes, con el apoyo de la campaña End Our Pain, viajaron a Westminster para poder reunirse con el secretario de Estado de Salud y Atención Social para dar a conocer la situación y las dificultades a las que se están enfrentando. Aunque les prometieron acciones y medidas auxiliares, la delicadeza de esta situación exige certeza sobre el abastecimiento de estos medicamentos, sentido común y compasión para las familias.
Información de: CannabisHealth
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