El aplazamiento de la regulación de la marihuana en nuestro país se debe a diversos criterios poco claros. Entre estos destacan las consecuencias que acarrearía el dominio del mercado negro sobre la producción de esta planta. Por esto, la pregunta que ronda en el aire es si la legalización del cannabis reducirá el crimen en México.
Vanda Felbab-Brown, especialista en temas de delincuencia organizada y articulista del portal Mexico Today, mediante una serie de tres columnas reveló un profundo análisis sobre la incidencia de la legalización del cannabis sobre el modelo de negocios del crimen organizado mexicano.
La experta exploró la idea de que la legalización del cannabis promovería diversas libertades civiles al tiempo que permitiría al gobierno la capacidad de generar altos ingresos fiscales.
Crimen en México y cannabis
A decir de Felbab-Brown, las condiciones no están claras para reducir el crimen en México, pues existen diversos factores que intervienen en el proceso de reducción de actos ilícitos. La experta señaló que la deficiencia del estado de derecho preexistente, el costo de los impuestos y la ineficacia de la aplicación de la ley son indicadores que determinan la persistencia del mercado ilícito.
En el caso de México, dichos indicadores sugieren que es poco probable que la legalización reduzca los delitos y la violencia criminal.
Para esta especialista, la alta tasa de evasión fiscal es otro indicador negativo para reducir el crimen en México, pues se une a otros delitos como la evasión fiscal corporativa y la de élite empresarial. En el caso de los negocios de cannabis, la Felbab advierte que, si bien los empresarios podrían lidiar con la evasión fiscal, sería improbable que se libraran del gravamen impuesto por los grupos criminales, quienes podrían intentar extorsionar a los cultivadores legales.
Respecto al tema de la extorsión, Felbab resalta la existencia prevalente de esta práctica sobre negocios locales y pequeñas economías, la cual está ligada a un ambiente con altos niveles de violencia, inseguridad, miedo y opresión.
Desde su perspectiva, las grandes empresas multinacionales o extranjeras de cannabis tienen más posibilidades de escapar de la extorsión de los grupos criminales porque invierten en seguridad privada, algo que los pequeños agricultores o negocios locales no pueden ni siquiera considerar.
Otros negocios del crimen
Para esta experta es muy probable que la legalización del cannabis simplemente traslade las operaciones de los grupos criminales a otros negocios. Felbab advirtió que los delincuentes podrían luchar sangrientamente por el dominio de la producción legal de cannabis al tiempo que impondrían tarifas por uso de suelo y seguirían con la extorsión a negocios locales.
Cabe mencionar que Felbab no apunta a que México debe detener la legalización del cannabis recreativo, pero sí necesita tener en cuenta que los beneficios serán reducidos.
Desde esta perspectiva, la experta enfatizó sobre la posible infiltración de grupos del crimen organizado en las estructuras gubernamentales y en la industria legal del cannabis.
Asimismo, otra de sus preocupaciones es que las autoridades encargadas de la regulación no entiendan la diferencia entre lo que significa un cultivo legal y otro que no lo es, pues en el contexto existen condiciones que pueden distorsionar esta visión.
Felbab afirmó que no es benigno que el mercado negro exista junto con el mercado legal, pues, en regiones como Colorado y California, tal condición ocasionó el incremento de delitos como robo y homicidio.
Problemas más allá del crimen
La experta señaló que el principal problema deviene de las condiciones del mercado mexicano, donde 60 % de los ciudadanos están empleados en la economía informal, y es poco probable que paguen impuestos. Aunado a esto, existe una presencia estatal débil en gran parte del país, lo que imposibilita garantizar un mercado legal parejo para todos los actores.
Otro aspecto para considerar es que los grupos criminales son más competentes y poderosos en capacidades logísticas, lo que está permitiendo trasladar su negocio de la venta de cannabis hacia otro mercado como el tráfico de fentanilo.
Todas estas condiciones hacen poco probable que la legalización del cannabis reduzca el crimen en México, a menos que se desarrolle una política efectiva en todos los ámbitos desde la capacitación policíaca hasta la modificación del sistema penal. Si esto no sucede, la posibilidad de que México se convierta en el tercer país del mundo en legalizar el cannabis aún se ve lejana.
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Foto: Maxim Hopman
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