La fiebre del oro fue tan grande en el sur de Estados Unidos que forjó ciudades enteras. Si no fuera por esos miles de hombres sin futuro que viajaron para dar la vida a cambio de una pepita de oro, no existiría el estado de California como lo conocemos.
Lo que llegó a ser un desierto abandonado y luego una industria masiva llena de hombres violentos, es ahora un montón de pueblos pequeños que dan forma al mapa californiano. Dentro de esos pueblos pequeños se encuentra Nipton, una comunidad realmente pequeña perteneciente al condado de Bernardino.
Este pequeño pueblo sirve de paso para viajeros y turistas que buscan recargar gasolina en su camino a Las Vegas, y ahora, en un movimiento súbito e inesperado, Nipton se convertirá en el primer pueblo destinado completamente a la venta y consumo de marihuana.
Se trata de una de las compras más inusuales e impactantes en la industria cannábica de Estados Unidos. Todo el territorio, absolutamente todo, ha sido comprado para crear lo que podría ser el primer Disney de la cannabis.
Por 5 millones de dólares, American Green, una empresa de Arizona, ha comprado y es ahora la dueña total de Nipton, California. La compra del pueblo entero incluye una escuela, una oficina postal, un centro oficial de votación, un montón de pequeños negocios polvosos y un hotel completo de cinco habitaciones, edificado hace más de cien años. Además de 120 acres libres para cultivo.
La decisión es pionera, no solo en Estados Unidos o el continente americano, es la primera vez en la historia que se compra una localidad entera para servir como centro de reunión y mercado para el turismo de la marihuana.
Recordemos que California y otros siete estados de la unión americana incluído Nevada, permiten el uso y consumo de cannabis tanto medicinal como recreativo. Y es que Nipton está justo en la frontera entre California y Nevada, la casa de la ciudad del pecado.
Perfectamente ubicado, este pueblito de aproximadamente 20 habitantes está a tres horas de Los Angeles y a una hora de Las Vegas. Lo que lo coloca en una zona geográfica ideal para aprovechar a los turistas verdes de ambos estados.
American Green, una startup estadounidense, no solamente ha invertido 5 millones en la compra de Nipton, ha añadido 2.5 millones más para construir lo que pretenden sea el paraíso turístico de Estados Unidos para los viajeros que busquen visitar realmente un entorno rodeado de marihuana y todos los beneficios derivados de su industria.
Planean crear una ciudad enteramente dedicada al consumo pero también a la cultura de la hierba. Cuidando cada paso en su creación, han anunciado la utilización de energía renovable, además de la creación de centros de educación para conocer mejor las bondades de la planta.
No quieren solo un sitio en donde la gente vaya a colocarse, buscan vender medicamentos, aditamentos y generar un ambiente sano y responsable en donde la gente pueda disfrutar de las bondades de la planta sin prejuicios o temores.
Y es que, a pesar de la legalización para consumo recreativo, cientos de pequeños pueblos de Estados Unidos aún ven con recelo a la marihuana y a sus consumidores.
La idea de este tipo de iniciativas comerciales es hacer de la marihuana un producto que consuman todos los estadounidenses. Un producto realmente popular y solicitado como la cerveza, el refresco o el vino.
“Pensamos que podemos demostrar que existe un pueblo completamente amigable con la cannabis y generar así un ambiente de independencia que inspire a la gente a decir ‘¿porqué no hacer algo así en donde vivo?’”, señala Stephen Shearin, gerente general de este proyecto, señalando que ven con agrado que la idea pueda ser copiada por alguien más.
Sin duda es una apuesta riesgosa y descabellada. Pero puede que American Green tenga razón, el mercado de la cannabis pasará, según estimaciones, de 6 mil millones de dólares anuales generados hasta el momento, a unos 50 mil millones de dólares en ganancias para 2026.
Una suma jugosa para miles de inversionistas y empresarios.
“Si la fiebre del oro forjó esta ciudad, quizá la fiebre verde pueda generar esa misma movilización masiva a California en poco tiempo”, agrega Shearin.
Si bien el gobierno federal encabezado por Donald Trump ha mencionado que la cannabis “no es una sustancia saludable”, empresas como American Green no se dejan vencer y buscan abrir más lugares para impulsar está industria millonaria que genera adeptos a diario y parece no detenerse bajo ningún tipo de amenaza.
Entre las ideas a desarrollar en Nipton, California, están la de agua embotellada infusionada con cannabidol, el componente principal de la planta, especializado en la reducción de dolor y la inflamación. Además de despachadores automáticos de cigarros de marihuana capaces de averiguar si el consumidor es mayor de edad, gracias a escáneres biométricos.
Estará lista en alrededor de dieciocho meses, aseguran, con lo que Nipton sería una ciudad pionera en el mundo que puede llegar a ser el próximo paraíso exitoso de la marihuana estadounidense… o puede también convertirse en uno de los fracasos más grandes dentro de la industria cannábica internacional.
El tiempo nos dirá si el futuro es verde, y todo parece indicar que lo será.
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