Algunas personas relacionadas con la industria del cannabis han comenzado a hacer cálculos, no sólo en cuanto a las potenciales ganancias de este creciente negocio, sino también a los ingresos que pudieran captar por comercializar hongos alucinógenos.
Expertos hacen proyecciones financieras para el incipiente mercado de las setas y estiman que para el año 2027 el negocio de los hongos alucinógenos podría alcanzar casi los 11 mil millones de dólares. Una firma británica especialista en mercados financieros ha estimado que la sustancia activa de las setas, la psilocibina podría convertirse en una atractiva oportunidad para los inversionistas en unos cuantos años.
Hongos alucinógenos y salud mental
En los Estados Unidos actualmente existen dos factores que hacen que el uso de sustancias psicodélicas se empiece a considerar. En primer lugar, según las instituciones de salud de la Unión Americana, en los últimos meses el número de personas con depresión, ansiedad y otro tipo de problemas mentales se duplicó, esto se debe principalmente a la pandemia de COVID -19 con la que aún se sigue luchando.
La segunda causa está relacionada con la gran aceptación que el los últimos años ha tenido la marihuana para uso terapéutico o medicinal, por lo que la perspectiva que se tenía de algunas sustancias está cambiando rápidamente. Las personas que impulsan el uso de estas sustancias han tomado como base un robusto grupo de estudios que se realizaron hace casi ochenta años, en los que se demostraba que las sustancias psicodélicas podrían ser utilizadas con éxito para tratar algunos trastornos mentales.
Lo que se sabe actualmente
Desde mediados del siglo pasado existe un grupo de personas que, apoyado por estudios e investigaciones, sostienen que el uso de psicodélicos de los hongos alucinógenos u otras sustancias no representa peligro alguno para la salud de la población. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos en la década de los 60’s prohibió el uso de estas sustancias, y lo más grave es que suspendió todas las investigaciones que se estaban llevando a cabo en esos momentos.
A partir del año 2020 y con el surgimiento del nuevo coronavirus, un gran número de personas vieron afectada su salud mental, por lo que compañías dedicadas a la biotecnología retomaron el estudio de los psicodélicos. Hasta el momento han informado que los resultados podrían significar un cambio total en la forma de tratar las enfermedades mentales.
En realidad las medicinas convencionales que se ofrecen como tratamiento para la depresión, ansiedad o las adicciones, solo producen un alivio temporal en el mejor de los casos, sin embargo no atacan la raíz del problema y existen casos en los que los efectos adversos que producen son graves. Además también estos medicamentos pueden resultar altamente adictivos.
Pero para que los psicodélicos puedan ser aceptados todavía falta un largo camino por recorrer: experimentos, investigaciones, y ensayos clínicos que podrían demorar años para que la FDA, (Food and Drug Administration de Estados Unidos) organismo encargado de la administración de alimentos y medicamentos de los Estados Unidos, les de el visto bueno y pueda comenzar su explotación y comercialización.
A pesar del tiempo que hay que esperar para el uso de psicodélicos, las empresas buscan estar preparadas para que llegado el momento obtengan grandes ganancias y sean de los primeros en obtener permisos y patentes para comercializar las sustancias, que hasta el día de hoy siguen siendo prohibidas en la mayor parte del territorio norteamericano.
Abriendo el camino
Con el auge del cannabis se abrió el camino para los hongos alucinógenos, sin embargo muy pocos estados los han despenalizado, algunos de ellos son California, Denver y Washington. Aunque el panorama parece alentador, los inversionistas y empresarios se mantienen cautelosos porque si bien los psicodélicos podrían seguir el camino y éxito del cannabis en cuanto a la legalización y efectividad para algunos tratamientos las investigaciones aún no son concluyentes por lo que no tienen el éxito asegurado.
Hasta el momento el enfoque que se pretende dar a estas sustancias no es recreacional, sino el uso medicinal con supervisión estricta por parte de profesionales, por lo que la industria del cannabis, lejos de ver a estas sustancias como una competencia, lo ve como una gran oportunidad de expandir sus productos y ganancias.
Además de las investigaciones médicas en torno a los psicodélicos seguramente habrá un nutrido debate y una serie de obstáculos legales y legislativos que llegado el momento habrán de sortearse paso a paso.
Con información de MJBizDaily y Newsweek.
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