Una investigación de la cadena de noticias NBC puso en evidencia que, la incertidumbre que genera vapear cannabis está ligada con el hecho de consumir marihuana de baja calidad.
La investigación analizó cartuchos comprados en dispensarios de California y cartuchos de imitación comprados en locales o servicios de entrega sin licencia en el laboratorio CannaSafe; los resultados son preocupantes.
Legalizar para eliminar el mercado ilícito
El análisis muestra que los productos del mercado ilícito contienen sustancias peligrosas como pesticidas y cianuro de hidrógeno, un subproducto creado por fungicidas con base en myclobutanil, sustancia cuyo uso está prohibido en plantas cultivadas para el consumo humano.
De esta forma, la cadena de noticias reveló que en realidad vapear cannabis no es lo que enferma a los consumidores, sino la falta de regulación y control sobre los productos que se puede adquirir.
De esta forma, la prohibición del vapeo, queda como una cortina de humo, que pocas o casi nulas implicaciones tiene en el desarrollo de una enfermedad; por lo que la prohición en el vapeo quedaría de lado.
Un articulo publicado en la revista Forbes sobre el tema, plantea que, si los legisladores desean reducir o eliminar las enfermedades relacionadas con el vapeo, la solución más responsable sería legalizar completamente la marihuana en todo el país y garantizar una regulación, supervisión y educación sólida para los usuarios de productos de cannabis y vapores de nicotina.
Pero estas acciones están muy lejos todavía; tal es el caso de Charlie Baker, gobernador de Massachusetts, quien declaró una emergencia de salud pública y prohibió la venta de todos los productos de vaporizador en el estado durante cuatro meses.
Vapeo no dañino
En este sentido, es preciso mencionar que pese a que el vapeo es considerado un método de menor riesgo, que la acción de fumar, existen pruebas del daño pulmonar que ha provocado a 805 personas en Estados Unidos; aunque, no hay causas científicas que aborden las causas.
Pese a que esta cifra es significativa, es importante recalcar que, según cifras del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 130 estadounidenses que mueren todos los días a causa de una sobredosis de opioides y 480 mil más al año, pierden la vida a causa del tabaco.
De acuerdo con Forbes, la aparición de este padecimiento, provocó una histeria de salud pública, que solamente se ha atajado con prohibiciones, como dejar de vender los inhaladores; sin tomar en cuenta otros factores, como la falta de regulación.
Respecto a irregularidad de los cultivos de cannabis, uno de los puntos clave es el uso de pesticidas y fungicidas, algunos de los cuales no son seguros para el consumo humano, pero que son utilizados porque conducen a mayor productividad y plantas de aspecto más saludable; aunque, en realidad, sólo sea una fachada.
Esto debido a que, las sustancias tóxicas se concentran al igual que el THC, y en el caso de las hechas con base en el myclobutanil, se convierten en cianuro cuando se queman.
Luchar contra la incertidumbre
De lo anterior, deriva la falta de certidumbre de los consumidores para saber qué tipo de cepa están consumiendo y si utilizaron o no, productos químicos en la producción de su cannabis.
La forma más efectiva este hecho es eliminar el mercado ilícito, y que cada estado legalicen y regule la producción de cannabis, bajo un conjunto uniforme de reglas. Así se eliminaría la posibilidad de vender cannabis de baja calidad.
Bajo esta lógica, los reguladores podrían y deberían adoptar políticas para garantizar que todos los productos se prueben no sólo para saber si contienen o no pesticidas, sino también para agentes espesantes como el acetato de vitamina E.
Asimismo, es válido hacer énfasis en lograr una mejor educación pública respecto al uso del cannabis, lo cual a largo plazo generaría un impacto positivo en la salud pública de los estadounidenses.
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