X

Cannabis índica, sativa e híbrido: tres variedades que debes conocer

Foto: Esteban López / Unsplash

Aunque no existen datos precisos, diversas investigaciones toman a Asia Central como la cuna del cannabis. Sin embargo, a lo largo de los milenios, la planta se ha expandido por el mundo, catalogada en tres variedades que debes conocer: índica, sativa e híbrido.

Con el paso del tiempo, la migración llevó al cannabis a cultivarse en los cinco continentes. Así, surgió una enorme variedad de cepas; todas muy distintas unas de las otras.

El origen de las variedades

Lo peculiar de cada variedad es que tanto las condiciones geográficas como las climáticas y la comunidad surgida alrededor influyeron en las características de cada cepa, las cuales reciben el nombre de autóctonas.

El proceso de hibridación, es decir, la mezcla de variedades, dio origen a muchas de las cepas que se consumen actualmente.

Con el objetivo de catalogar a estas cepas surgieron los términos cannabis índica, sativa e híbrido, que se refieren principalmente a las diversas formas y estructuras de las plantas.

Un artículo del portal Leafly hace referencia a que, comúnmente, se piensa que las índicas tienen efectos sedantes, las sativas promueven la energía y los efectos híbridos tienen un equilibrio casi perfecto.

Clasificación que debes conocer

Sin embargo, diversas investigaciones apuntan a que esto no es correcto, debido a que los tres conceptos surgieron solamente para clasificar los niveles de ciertas moléculas presentes en cada planta. Es decir, si tienen beneficios para la salud o simplemente si causan euforia.

Respecto a la utilización de los términos índica y sativa, parecieran ser de uso reciente, pero se remontan al siglo XVIII, cuando esta planta comenzó a estudiarse.

El concepto sativa describe a las cepas que provienen de Europa y del oeste de Eurasia, donde se cultivaba para el uso de su fibra. En tanto, índica se refiere a las variedades psicoactivas, cuyo origen es India, donde fue cosechada esta planta por sus semillas, fibra y producción de hachís.

Aunque son muy comunes ambos conceptos, han sido usados erróneamente y usualmente sirven solo para distinguir físicamente a las plantas de cannabis. A simple vista, las plantas sativas tienen hojas estrechas y se cree que sus efectos son energizantes. En contraste, el cannabis índica tiene hojas anchas y es robusta. Quizá por ello se cree que tiene efectos relajantes, apta para el uso medicinal.

Índica, sativa o híbrido

Es importante precisar que esta catalogación tiene efectos prácticos tanto para el uso de investigadores como para los propios consumidores.

La clave de esta clasificación está en el uso que las personas le dan, es decir, puede ser medicinal o recreativo, ya sea para aliviar un dolor de cabeza o simplemente para relajarse.

Sea cual sea el efecto que el consumidor busque, en este proceso tienen mucho que ver las decenas de moléculas que componen la planta, catalogadas en cannabinoides, terpenos y flavonoides.

En este sentido, el THC y el CBD son las más conocidas, y por eso ambas dieron origen a una nueva clasificación que opera de la siguiente forma:

  • Alto THC, bajo CBD (más psicoactivo)
  • CBD alto, THC bajo (más puro)
  • CBD equilibrado y THC (puro y levemente eufórico)

A estas categorías se las conoce como quimiotipos y su uso se enfoca en encontrar la cepa ideal para cada consumidor.

Según el citado medio, esta es la forma adecuada para conocer qué tipo de cepas trae mayores beneficios a los consumidores y, sobre todo, cuál funciona mejor para su cuerpo.

Antes de experimentar con el consumo de una cepa, es preferible que los consumidores tengan claro el efecto que buscan con el consumo y luego conozcan a qué variedad pertenece la planta que van a utilizar.

Este sencillo paso promoverá mejores resultados en el caso del consumo medicinal y un adecuado manejo para los consumidores recreativos.

Con información de Leafly

Artículos relacionados
Deja un comentario

This website uses cookies.