Cuando un país legaliza la cannabis medicinal tiene que vencer muchos prejuicios sociales, pero sobre todo los prejuicios médicos. Después de la legislación viene toda una marea de opiniones en contra que actúan más con recelo que con información.
Son pocas las personas de la comunidad médica que realmente han estudiado y analizado los efectos que la cannabis podría o no tener en sus cientos de pacientes diarios. Educar a los médicos es, quizá, una de las tareas más difíciles a la hora de crear conciencias sobre los beneficios de la cannabis medicinal.
Y es que están realmente atados a sus conocimientos y no permiten informarse sobre la planta. “La gran mayoría, sobre todo los médicos clínicos, continúan con una actitud cerrada”, señala Raúl Porras, médico y vocero del movimiento de consultores en medicina cannábica Cannapeutas.
Esta organización busca educar tanto a pacientes como a la comunidad médica sobre los alcances y las posibilidades que la planta y sus derivados tienen en el cuerpo humano. Su premisa, comprobada científicamente, se basa en el reconocimiento y divulgación del Sistema Endocannabinoide.
Descubierto en los noventas por el doctor israelí Raphael Mechoulam, se trata de un sistema receptor que comunica al cuerpo por el cerebro y que forma parte del cuerpo humano al igual que el sistema respiratorio o el nervioso. Investigaciones recientes han aunado el consumo de cannabis con los receptores de este sistema en nuestro cuerpo para prevenir bastantes enfermedades.
Y muchos médicos desconocen esto. El problema es actual y organizaciones como Cannapeutas buscan hacer llegar esta información a la mayor cantidad de personas que pertenecen a la comunidad médica mexicana. “Con la velocidad que está generando la legislación mexicana y el apoyo social y de organizaciones, a los médicos no les quedará de otra más que poner atención”, señala Porras.
Ofrecen cursos para acercar esta información a la mayor cantidad de personas. Si bien han dejado a las organizaciones civiles la educación a la sociedad, esta consultora busca dedicarse de lleno a instruir a personal médico. “La UNAM ya se ha acercado a nosotros y colabora mucho en el proceso con sus investigaciones. Sin embargo, siempre han sido pruebas realizadas en algunos animales o en cepas, aún no es personas”, aclara, asegurando que eso es precisamente lo que hace falta para darle credibilidad al movimiento.
“Hay conocimiento, evidencias y testimonios de la efectividad de la cannabis en pacientes con enfermedades autoinmunes y neurológicas. Porque hay conocimiento comprobable pero muchos médicos mexicanos no lo buscan”, dice, y eso es justo la meta que se han planteado.
Los médicos podrían incluir a los fármacos derivados de la cannabis en los tratamientos que otorgan a sus pacientes, sobre todo para no depender solamente de medicamentos derivados del opio. Esto disminuiría mucho el tema de las adicciones y haría de la cannabis una opción para detener la enorme cantidad de opioides que a diario se recetan en este país, disminuyendo el número de sobredosis en México.
Para Cannapeutas, estudios como los de la UNAM y el Cinvestav en México le están dando respaldo científico a la marihuana medicinal. Esto, respaldado por las reacciones de los primeros pacientes que han accedido a tratamientos de cannabis médico en el Estado de México, darían un impulso y un sustento para hacer que los médicos mexicanos se abran para aceptar esta gran propuesta médica alternativa.
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