Dos de los principales compuestos curativos del cannabis son el THC y el CBD. Sin embargo, no son los únicos cannabinoides, pues existen otras sustancias que pueden hacer sinergia para potencializar su efecto. A esto se lo conoce como el efecto séquito del cannabis.
Tal potencial curativo radica en la manera en cómo el efecto séquito puede mejorar la vida de un consumidor medicinal, debido a que la combinación de THC o CBD con otros cannabinoides, como el ácido tetrahidrocannabinólico (THCA), la tetrahidrocannabivarina (THCV), el cannabicromeno (CBC), el cannabinol (CBN) o el cannabigerol (CBG), incrementa los beneficios de la planta.
Efecto séquito y cómo puede mejorar tu vida
El efecto séquito elimina las limitaciones curativas que el CBD o el THC tienen de manera aislada, pues, si se combina su acción con otros cannabinoides flavonoides y terpenos, los efectos medicinales son más amplios.
De acuerdo con datos de Fundación Canna, la acción combinada del CBD o el THC con otras moléculas presentes en la planta puede suponer ciertas ventajas clínicas, tales como sufrir menores efectos adversos y tener mayor eficacia ante padecimientos. Algunos de ellos pueden ser el dolor, la depresión, la ansiedad, la inflamación, el cáncer o las infecciones bacterianas.
Respecto al sustento científico sobre el efecto séquito, es importante precisar que el primer investigador que se adentró en el tema fue el profesor israelí Raphael Mechoulam, quien descubrió el aumento del endocannabinoide 2-AG por otras moléculas “silentes” de estructura similar: otros cannabinoides.
Efecto séquito y terpenos
En 2011, la falta de información sobre el efecto séquito llevó al doctor Ethan Russo, de la universidad de Massachusetts, a realizar una investigación sobre el efecto potencial de la suma de fitocannabinoides con terpenos.
Los terpenos son compuestos orgánicos que producen un aroma específico en el cannabis, debido a sus moléculas aromáticas volátiles que se evaporan fácilmente. Estas son responsables del sabor y del efecto psicoactivo en una cepa.
Teniendo esto en consideración, Russo basó su análisis en el potencial de la anandamida, compuesto orgánico que simula la producción a bajas concentraciones de sebocitos, responsables del sebo que finalmente alcanza la superficie de la piel.
Russo encontró que una dosis baja de CBD no afecta la síntesis de los sebocitos, pero bloquea su estimulación. Este hecho provoca un efecto positivo en las pieles grasas.
Otros usos positivos de los terpenos que Russo descubrió son que se utilizan como repelente de insectos y como fungicidas. Los resultados de esta investigación fueron publicados en el British Journal of Pharmacology.
Investigación sobre el efecto séquito
Asimismo, el gobierno de Estados Unidos realizó una investigación en enero de 2019 a través del Instituto Nacional de Salud, organismo que financió a un grupo de investigadores para estudiar los mecanismos moleculares por los que los cannabinoides menores y terpenos son útiles en el tratamiento del dolor crónico.
Pese a las ventajas estudiadas, es importante precisar que el efecto séquito tiene ciertos puntos débiles, como la incapacidad de convertirse en una forma estandarizada de medicar pacientes.
La conjunción de cannabinoides es imposible de estandarizar en fórmulas maestras, lo que dificulta el ya de por sí complicado proceso de dosificación. Lo anterior significa que es poco probable repetir el consumo terapéutico de cierta mezcla de cannabinoides.
Dicha incapacidad de lograr una dosis estándar hace imposible conseguir efectos terapéuticos significativamente similares por un periodo de tiempo.
La paradoja del efecto séquito
Esta paradoja dificulta que los médicos e investigadores puedan obtener una dosis de cannabinoides adecuada para suministrar a un consumidor y para conseguir un efecto séquito óptimo y reproducible para continuar un tratamiento por cierto periodo de tiempo.
De esta forma, el efecto séquito aún es complicado de reproducir, dado el potencial y las variaciones que existen cuando se mezclan los más de 500 cannabinoides que provienen de la planta.
Con información de Fundación Canná, Kalapa Clinic, CBD Side y Project CBD
Foto: Erin Hinterland / Pixabay
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