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La weed: ¿una moda pasajera?

La weed ha pasado de ser una sustancia ilegal a ser un elemento más del sector Lifestyle. Por ello, no es de extrañarse que cada vez veamos más productos alusivos a la marihuana, no solo por su consumo sino por algo aspiracional utilizando la planta de cannabis como ícono.

La weed está de moda y eso es innegable. ¿Pero será una tendencia pasajera? ¿O el culto al cannabis llegó para quedarse?

Y es que esta ola de consumo y de productos está muy ligada a un punto clave dentro de las industrias: la legalización.

Legalización de la weed, la llave a un mercado emergente

Solamente en Estados Unidos, la marihuana es legal (claro, con ciertas limitaciones) en 33 estados.

Al permanecer durante años en la zona de ilícito, la weed se volvió un tema tabú al que difícilmente se lo podía transmutar en mercancía, más allá de las parafernalias propias y algún que otro accesorio no oficial.

La cultura del cannabis está creciendo a pasos agigantados, tanto que ahora hay chefs que incursionan en la cocina con recetas preparadas con semillas de cannabis y marcas de belleza que utilizan el CBD entre sus compuestos y fórmulas.

Es presumible que la industria legal del cannabis haya traído 17 000 millones de dólares en ventas globales durante 2020, de acuerdo con datos arrojados por New Frontier Data.

Asimismo, se entiende que una industria sólida acelere una expansión a más industrias y mercados.

Al ser la nueva percepción del cannabis el eje central de un mercado en ascenso, no es de extrañar la aparición de nuevas marcas y la renovación de la línea de productos de compañías ya conocidas.

De acuerdo con la revista Playboy, marcas como Edie Parker Flower, Mister Green y Sundae School vienen con líneas de productos premium a base de cannabis.

Es una verdad innegable que los consumidores han comenzado a ver esta incidencia alrededor de la weed como un estilo de vida: una moda.

La importancia de una marca

Si bien el cannabis no se ha despojado por completo del tema tabú, definitivamente el que exista una marca detrás soportándolo y explotando su imagen ayuda para crear confianza en la mente del consumidor.

Marcas mundiales gigantes como L’Oréal, Estée Lauder o Unilever han lanzado productos cosméticos con semilla de cáñamo, por ejemplo, mientras que otros grupos importantes estarán entrando al juego durante los próximos años, cuando la brecha de la permisividad se estire más.  

La perfumería es otros de los sectores que está experimentando con cannabis; marcas como Heretic Parfum, 19-69, Demeter y Malin + Goetz son pioneras en la creación de fragancias exclusivas con CBD, un compuesto de moda en la creación de productos diversos.

Al colocar al cannabis en el top of mind de la audiencia, además de la confianza, se crea un vínculo cercano.

Alguien que compra estos productos no necesariamente tiene que ser un consumidor de cannabis, simplemente puede inclinarse a comprar por la estética y por el concepto que transmite.

Hoy en día se tiene más apreciación por lo natural, por lo que algunos clientes potenciales podrían estar enfocados en un estilo de vida saludable, una alimentación sana (¿por qué no experimentando con cannabis?) o simplemente un sentido de bienestar.

Los expertos estiman que con el cannabis ocurrirá algo similar a lo que sucedió con el alcohol; es normal ver licoreras con diseños innovadores o elegantes, con una resignificación totalmente diferente apuntando hacia el estilo.

La fiebre verde y la carrera de los países

Toda la oleada de interés que está reviviendo entorno al cannabis, los países del mundo se suman a la carrera por ser potencia de la industria.

Países como España están siendo desplazados en el mercado cannábico, aún contando con todo el potencial para ser uno de los frentes más fuertes, mientras que Canadá y Estados Unidos son potencias en el mercado.

La canadiensa Canopy creada en 2014, es la empresa de cannabis más importante del mundo. El mercado en este país está a la alza. Se encuentran ahora más productos de CBD, así como las ventas de cannabis recreativo gracias a la legalización.  

Alemania, Dinamarca y República Checa también están posicionándose como países importantes en la producción y venta de cannabis.  

Mientras la marihuana continúe apareciendo en escenarios y en rubros diversos, más marcas se sumarán a la causa se apropiarán de esta para diversificar sus empresas.

En el futuro cercano empezaremos a relacionar al cannabis con espacios y con medios dedicados al entretenimiento, el placer y la utilidad.

Las posibilidades son infinitas y el mercado, ¡enorme!

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