La marihuana medicinal es uno de los tratamientos alternativos para tratar la endometriosis, padecimiento que produce episodios de dolor abdominal en 1 de cada 10 mujeres alrededor del mundo. Sin embargo, las féminas que deciden utilizar esta planta padecen un doble estigma por usarla.
La endometriosis es un padecimiento que se caracteriza por inflamación y dolor crónico en la zona del vientre, el cual es provocado por el crecimiento de un tejido similar al que se encuentra en el revestimiento interior del útero, pero en el exterior de este órgano. Por esto, puede adherirse al intestino, a la vejiga y, en algunos casos, hasta a los pulmones, lo que produce una reacción inflamatoria crónica.
Estigmas, cannabis y endometriosis
En tiempos pasados, el remedio más efectivo contra la endometriosis era el embarazo, lo cual resulta muy ambiguo, pues esta enfermedad produce, en la mayoría de los casos, infertilidad y algunas otras complicaciones médicas.
El primer estigma que enfrentan las mujeres que usan cannabis para tratar la endometriosis es la validez de su propia enfermedad, pues el dolor crónico que implica, en ocasiones, es “normalizado” o “disminuido”. Además, es visto como una afección común entre las mujeres porque la endometriosis es difícil de diagnosticar.
En tanto, el segundo estigma tiene que ver con la propia planta y cómo el cannabis es “mal visto” para su consumo entre las mujeres. Además, aún no está científicamente comprobada la contribución del cannabis medicinal contra el dolor y la inflamación que produce la endometriosis.
Al respecto, el doctor Mark Ware, director médico de Canopy Growth, indicó, en entrevista con The London Free Press, que la experiencia de enfrentar un estigma dual con el cannabis y la endometriosis es algo que se escucha «con demasiada frecuencia» entre las mujeres.
Cannabis para tratar la endometriosis
Bajo la premisa de luchar contra estos estigmas y promover información precisa para las pacientes interesadas en el uso del cannabis para tratar la endometriosis, se creó SheCann en 2017, una comunidad digital conformada por más de 5000 mujeres canadienses que comparten conocimientos, recursos y experiencias sobre el uso de cannabis medicinal para tratar diversos padecimientos, entre estos, la endometriosis.
La comunidad promueve el uso de tópicos de cannabis para el abdomen o para el consumo de aceite de cannabis o comestibles con CBD para aliviar el dolor producido por esta enfermedad.
Al respecto, Ware señaló que existe una justificación científica en cuanto a por qué el cannabis puede ayudar a reducir el dolor ocasionado por la endometriosis, aunque, al igual que para otros padecimientos, se necesita más investigación.
«Sabemos que el útero y el músculo del útero contienen receptores de cannabinoides, y sabemos que afecta a la función del músculo liso. Sin embargo, desconocemos cómo y por qué los cannabinoides podrían ayudar específicamente a la endometriosis; aún debe explorarse», explicó el investigador.
Los médicos dudan acerca del cannabis
Ware precisó que los médicos son conscientes de que los pacientes se automedican con cannabis para tratar la endometriosis, pero no hay datos que respalden a la planta como un tratamiento efectivo desde una perspectiva farmacéutica clásica ni tampoco datos clínicos sólidos que demuestren realmente que los beneficios superan a los riesgos.
«Necesitamos que los médicos puedan hablar abiertamente con los pacientes sobre si desean probar el cannabis. ¿Cómo deberían acceder a él? ¿Qué tipo de cosas deberían intentar? Ese es realmente un viaje que un profesional de la salud y un paciente deben emprender juntos en ausencia de datos clínicos de alta calidad», reconoció el galeno.
Sin embargo, Ware precisó que, debido a la tendencia de legalización vista alrededor del mundo, el estigma por el uso del cannabis para tratar la endometriosis u otros padecimientos ha disminuido. Ahora, la gente habla más libremente sobre la marihuana, existe más cobertura de los medios de comunicación al respecto y hay más estudios emergentes.
Uno de ellos es el reciente estudio que comenzó la universidad de Queen’s en Ontario, Canadá, que recibió, a principios de marzo, una subvención de casi un millón de dólares para investigar el papel de los endocannabinoides en la fisiopatología de la endometriosis para determinar la eficacia de los cannabinoides como una nueva modalidad terapéutica.
Con información The London Press
Foto: Elsa Oloffson / Unsplash
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