Expo Weed es la feria de cannabis más importante de américa latina. Tuvo su génesis en Chile, en donde lleva cinco ediciones consecutivas. Aquí en México se realizó por primera vez en agosto del año pasado, cuando el debate cannábico en México estaba en su punto más álgido.
Entonces, los padres de una jovencita de nombre Grace Elizalde, habían obtenido permisos de importación de aceites de canabidiol sin THC para tratar el síndrome Lenox-Gastaut que padecía la pequeña, y que le provocaba hasta 400 ataques epilépticos al día.
El caso Grace cobró una relevancia contundente en aquellos días, tuvo un impacto muy relevante en el desarrollo del debate cannábico en México: al conseguir el amparo de importación, en septiembre de 2015, Grace se convirtió en la primera paciente de nuestro país en ser tratada con medicamentos a base de cannabis.
Meses atrás, el presidente de la república había impulsado una iniciativa de ley que aumentaba la cantidad de gramos de marihuana que se podían portar sin riesgo a ser vinculado a procesos judiciales: esta propuesta buscaba alinearse con la creciente demanda de los mexicanos por marihuana médica y lúdica que estuviera fuera del aparato criminal.
Y es que en noviembre del año anterior, el 2015, jueces del Tribunal otorgaron un amparo a cuatro activistas para cultivar, transportar y consumir marihuana con fines recreativos; con este movimiento, los jueces probaron la inconstitucionalidad de cinco artículos de la Ley General de Salud: el Congreso, pues, debía diseñar un nuevo marco regulatorio.
En paralelo, un incipiente mercado de derivados cannábicos se abría en nuestro país: gracias al trabajo de los padres de Grace: Raúl Elizalde y Mayela Benavides, la empresa HempMeds, subsidiaria de la Medical Marijuana Inc., logró penetrar con sus aceites al mercado mexicano; después de Grace, en febrero de 2016, dos nuevas familias obtuvieron permisos para tratarse con estos medicamentos.
Exactamente en este contexto se llevó a cabo la primera edición de la Expo Weed: sin venta ni consumo de marihuana, pero promocionando e informando sobre los usos médicos, industriales y comerciales de la cannabis y el cáñamo, más de 7000 asistentes colmaron los pasillos del World Trade Center, durante tres días.
Entonces, más de 30 expositores internacionales compartieron su amplia gama de productos, y más de 20 especialistas curaron una serie de charlas y mesas de información técnica y científica sobre la planta.
Leopoldo Rivera, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis, y editor de la revista Cáñamo México, la senadora Martha Tagle y el propio Raúl Elizalde, presentaron la primera edición de la feria; que contó con la presencia de José de Jesús Trujillo, de la Agencia de Protección Sanitaria de la Ciudad de México, en representación del titular de Salud de la ciudad: Armando Ahued.
El tema crucial que se discutió en aquella primera edición fue el de las consecuencias de la prohibición: “si no fuera por la prohibición, mi hija habría podido tener una mejor calidad de vida desde hace ocho años”, dijo, por ejemplo, Raúl Elizalde.
Lo que ha cambiado en las vísperas de la segunda edición
A doce meses de este suceso, el panorama cannábico en México es harto distinto: como sabemos, la Ley General de Salud y el Código Penal Federal han sido modificados, y ahora es posible la compra, venta, exportación e importación de medicamentos a base cannabis; además, el cultivo para fines científicos es ahora posible.
Aunque para los expertos la reforma cannábica mexicana es una reforma mediana, que abre una puerta hacia el consumo médico, pero penaliza el cultivo personal, cerrando otra; todos coinciden en que el avance es significativo, y que es un primer paso, de muchos, hacia un verdadero estado de despenalización.
En otro contexto, la reforma dio frutos inmediatos: como hemos reportado aquí, tan sólo un día después de las reformas a los códigos arriba mencionados, la compañía Isodiol Inc., inició operaciones comerciales en México; y sólo unas semanas después, se abrieron las oficinas mexicanas de la HempMeds, con Raúl Elizalde como su director general.
En este sentido, la segunda edición de la Expo Weed se realizará en medio de un panorama muy diferente, y por lo tanto, su impacto podría ser mucho mayor: más que alineada a los sucesos pujantes del debate cannábico en México, Expo Weed es en sí mismo uno de los sucesos importantes de este fenómeno, y en buena medida ha ayudado a impulsarlo.
La edición de este año contará con una nutrida cartera de especialistas que expondrán temas como el autocultivo, la relación de la cannabis con el desempeño deportivo, las aplicaciones industriales del cáñamo y los beneficios industriales, comerciales y sociales de la nueva reforma.
Además, habrá una amplia gama de presentaciones de libros y revistas, desde luego, la Cáñamo incluída, y actividades lúdicas como presentaciones musicales y performances.
Serán los días 18, 19 y 20 de agosto cuando la convención cannábica más grande e importante de nuestro país tenga verificativo, y los boletos ya están a la venta. Pueden consultar el grueso de la información aquí.
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