Problemas legales, siempre es lo mismo. Cuando una idea suena demasiado buena para introducir algo de ciencia en la industria de la cannabis, la ley federal de Donald Trump que considera a la planta una droga poderosa al nivel de la heroína siempre trunca las iniciativas.
Esto le pasó a Universidad de Maryland que estaba por iniciar un curso para entrenar a trabajadores para insertarlos en la industria de la cannabis medicinal en el estado. “Después de consultar con la oficina del fiscal general de Maryland, la universidad pidió a los oficiales de esta escuela que cancelaran las clases”, dijo un portavoz de la universidad.
La gran traba siempre ha sido la negativa federal del gobierno republicano actual que no ha concedido a la marihuana ni una sola oportunidad para el desarrollo de su investigación. Si bien muchos estados permiten el consumo recreativo y medicinal de la planta, el gobierno federal mantiene una vigilancia permanente para encontrar vacíos legales y truncar avances en esta industria. Este es el caso de Maryland, en donde las universidades tiene las manos atadas por el gobierno.
«Con respecto a la cannabis medicinal, aunque Maryland y muchos otros estados lo han aprobado, sigue siendo ilegal bajo la ley de los Estados Unidos», por lo que los programas educativos que son revisados por las instituciones federales consideran como ilegales a muchos cursos especializados en el estudio de la planta.
Por esto es por lo que la universidad de Maryland ha decidido cancelar el curso de formación de trabajadores farmacéuticos que serían insertados en puestos de trabajo dentro de la industria de cannabis medicinal del estado. No hay fecha definida para que la convocatoria se abra de nuevo, por lo que cientos de interesados se han quedado con la incertidumbre de qué pasará con el tema educativo ligado a la cannabis en esta institución.
El curso ofrecía una gran capacitación
Las clases, que estaban programadas para comenzar en agosto, ofrecían certificaciones básicas y avanzadas en áreas como el cultivo, la fabricación, dispensación, normas de laboratorio y evaluación de la planta. Por lo que cientos de egresados saldrían altamente capacitados para empezar a laborar en una industria que genera ganancias millonarias anuales y que ayuda a miles de pacientes en todo el país a mejorar su calidad de vida.
Cuando se les preguntó por una fecha aproximada en la que podrían volver los cursos, las autoridades permanecieron en silencio. Es por eso que se corre el riesgo de que en la universidad de Maryland no se realice ningún tipo de curso relacionado con la cannabis.
Los creadores de este programa dijeron que no estaban respaldando el consumo de marihuana. Aclararon que su misión era la de establecer estándares educativos para aquellos que pretenden trabajan con marihuana medicinal, ya que se está utilizando de forma favorable en todo el país. Así que su idea la de anticipar la llegada de esta industria para generar personal capacitado.
La Maryland Cannabis Commission exige que las personas que laboran o pretenden laborar dentro de la industria cannábica de esta zona estén altamente capacitados para brindar la mejor calidad posible a los pacientes que acceden a un tratamiento. «La comisión espera que la gente más altamente entrenada y con conocimiento participe en el programa,» dijo Patrick Jameson, director de esta comitiva.
Debido a que no existen capacitaciones oficiales, la universidad de Maryland buscaba ser la primera que pudiera permitirle a cientos de personas adquirir el conocimiento suficiente para conseguir un empleo dentro de esta industria. Por lo tanto, la postura del gobierno de Donald Trump está generando que muchas personas no accedan a un empleo para mejorar sus condiciones de vida.
Hay otras formas de aprender
Por suerte, estas personas que se han quedado sin curso presencial, aún pueden acceder a cursos en línea que ofrecen otras universidades norteamericanas y organizaciones procannábicas. Pueden entrar a la base de datos de Americans for Safe Access o de sitios de cultura cannábica como el Cannabis Training Institute o la THC University.
Todos estos ofrecen respaldo, cursos y capacitación para lograr de personas comunes unos expertos en el universo de la marihuana. Los interesados también pueden viajar a algunos estados en donde algunas sociedades médicas dan capacitación sobre el tema.
Universidades como la de Vermont, la universidad de Washington o la estatal de Ohio tienen cursos en activo para profundizar en el análisis financiero, legal, cultural y medicinal de la marihuana. Todos ellos han tenido que pasar por un papeleo tremendo y defensas de sus abogados para convencer al gobierno federal que no se está promoviendo el consumo de la planta, tan sólo investigando su efecto medicinal.
«La mayor preocupación es que al presentar datos de ensayos clínicos sobre la cannabis medicinal, esto podría interpretarse como un apoyo al uso de la hierba medicinal que es legal en muchos estados, pero que sigue siendo ilegal a nivel federal», dice Karen Lounsbury, profesora de la universidad de Vermont. «Confirmamos con los abogados de la universidad que siempre y cuando estableciéramos un claro descargo de responsabilidad por cada instructor, no estaríamos violando ninguna política universitaria». Así de complejo es el panorama para las universidades que buscan entrar en el tema.
Lo que es cierto es que no todos los planteles educativos tienen un plan de investigación bien estructurado. Esto es lo que podría haber condenado al curso de capacitación que ofrecía la universidad de Vermont. En principio, se tiene que contar con profesores expertos en el tema, que estén correctamente avalados para dar cátedra sobre la cannabis y además comprobar que todas sus licencias estén actualizadas según la ley.
«Es probable que las escuelas de medicina continúen evitando crear cursos sobre la cannabis hasta que se modifique la ley federal a favor de la utilidad terapéutica de la planta», señalan.
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