La crisis ocasionada por la COVID-19 está obligando a la industria cannábica a renovarse con agilidad. Por este motivo, la firma Anna lanzó al mercado una máquina expendedora de cannabis.
Máquina expendedora de cannabis
La compañía, liderada por Matt Frost, especialista en análisis de datos para la atención médica, apostó por el autopago como eje primordial para las ventas de cannabis tanto recreativo como medicinal en Estados Unidos. Por esto, planea expandir el uso de esta máquina a dispensarios de Massachusetts, Aurora, California, Nevada y Canadá.
Por lo pronto, las primeras cuatro máquinas operan en el dispensario Strawberry Fields, en Colorado. Cada una ofrece más de 2000 productos cannábicos en poco menos de dos metros cuadrados, lo que, a decir de la propia firma, también ayuda a reducir el espacio físico requerido por los dispensarios.
La máquina opera sin contacto humano, es decir, está diseñada para recibir, procesar y completar pedidos sin que una persona esté supervisando su trabajo. Este hecho deja afuera a los asistentes de ventas, quienes apoyaban a los consumidores para encontrar las opciones más adecuadas para sus necesidades.
Sin embargo, vale la pena mencionar que el empleo de los encargados de la tienda es fundamental para asistir a los consumidores que apenas conocen la planta, pues la operación de máquinas está diseñada para las personas que ya consumen cannabis y que saben qué tipo de experiencia buscan.
¿Las máquinas son el futuro de la industria del cannabis?
Con el objetivo de evitar las aglomeraciones, la máquina opera mediante un sistema de autopago minorista que procesa y recibe múltiples formas de cobro en cuestión de segundos. Asimismo, también funciona con envíos programados desde su aplicación móvil, lo que evita la espera en las calles por largas horas.
«Hay consumidores de cannabis con experiencia que no necesariamente necesitan esa interacción individual con un asistente. Saben lo que quieren antes de entrar y están listos para entrar y salir. Al hacer esto, estamos dando más tiempo a las personas que necesitan y quieren esa educación de un asistente», indicó Frost mediante un comunicado.
El proceso para que los usuarios puedan utilizar una máquina es el siguiente: los clientes aún deben mostrar una identificación y registrarse. Una vez realizado lo anterior, la máquina muestra un menú en una pantalla táctil de 27 pulgadas, donde los clientes pueden llenar su canasta virtual y pagar en efectivo o con tarjeta de débito. Luego, Anna dispensa los artículos, ofreciendo una experiencia más cómoda, rápida y agradable.
Máquinas con productos CBD
En el caso específico de la venta de CBD, que beneficiaría a un mercado más amplio de consumidores de cannabis, Frost no mira muy lejano el día en el que estas máquinas puedan operar en diversos estados.
«La asociación que estamos a punto de establecer tengo que mantenerla en secreto por ahora, pero es una oportunidad de distribución de CBD muy importante que nos entusiasma», aludió Frost, respecto a la posibilidad de que estas máquinas pronto vendan productos con CBD y sus derivados.
En lo que se refiere a la modalidad del autopago, Frost indicó que, en la industria cannábica, este recursos se adapta bien a estos tiempos, puesto que la demanda del mercado creció, pero para satisfacerla deben cuidar que no haya contacto humano.
«Se trata de hacer que los clientes pasen más rápido con menos contacto. Hay un mayor apetito por lo que estamos haciendo ahora», señaló Frost.
El autopago de cannabis
Vale mencionar que Anna no es la única firma que está desarrollando soluciones sistematizadas para la venta de cannabis. Otras compañías, como Greenbox, también están compitiendo para sacar las máquinas expendedoras de cannabis y de CBD.
Este tipo de tecnología está presente en el proceso de cultivo con sensores que monitorean la temperatura, la humedad y las condiciones del suelo, en las máquinas recortadoras e incluso es común el uso de chatbots médicos para dar consejo a los consumidores.
Con información de TheKnow, Dailymail.co.uk y Growth op
Foto: Cortesía Anna
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