1961 fue un año trascendental que marcó el desarrollo de la investigación médica y científica sobre el cannabis. Durante aquella época, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó la prohibición del consumo de esta planta. Seis décadas después, esta situación continúa de la misma manera.
El pasado lunes, durante la reunión de la Sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, se determinó aplazar hasta el próximo diciembre la votación para eliminar al cannabis de las listas I y IV, reservadas para las drogas más peligrosas y que requieren control estricto.
Cabe aclarar que la Comisión de Estupefacientes forma parte del Consejo Económico y Social de la ONU, órgano encargado de modificar, revisar y actualizar periódicamente la lista de las sustancias prohibidas, basándose en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que, a su vez, está asesorada por el Comité de Expertos en Farmacodependencia.
Aplazan votación
La votación histórica estaba prevista para realizarse esta semana y tenía por objetivo reducir las restricciones para la investigación científica y para el uso medicinal en diversas regiones del mundo.
De acuerdo con la agencia informativa EFE, la razón principal del aplazamiento obedece a aclarar las implicaciones y las consecuencias de dicha decisión, teniendo en cuenta su complejidad.
Cabe destacar que, desde la década de los sesenta, la investigación con cannabis enfrenta muchos retos y las limitaciones que prevalecen impiden el beneficio para millones de pacientes.
Esta situación dio como resultado un atraso científico muy significativo, que desde el campo legal es difícil de sortear sin el apoyo del organismo.
Cannabis: aún una sustancia prohibida
Es importante precisar que esta discusión surgió a raíz de la recomendación que emitió la Organización Mundial de la Salud para eliminar al cannabis de la lista de sustancias prohibidas, avalada por la Comisión de Estupefacientes de la ONU.
Lo anterior fue bajo el argumento de que existen evidencias científicas que vinculan al cannabis con procesos curativos, como las virtudes del aceite de cannabidiol (CBD).
Respecto al CBD, la OMS se pronuncia a favor de su legalización, siempre y cuando los insumos que lo contengan demuestren tener menos del 0.2 % de THC, elemento psicoactivo del cannabis.
«Un menor control permitiría una mayor investigación científica sobre los posibles usos médicos. Al mismo tiempo, el nuevo nivel de control recomendado aseguraría restricciones suficientes para proteger de los daños del consumo», argumentó un portavoz de la OMS a EFE.
OMS y cannabis
Asimismo, la OMS alude que el cannabis debe estar sujeto a un control de garantías que impida que los consumidores rebasen un tope de consumo para evitar perjuicios y que garantice el acceso a insumos relacionados con esta planta para uso médico y para investigación científica.
Tal hecho desmorona las ilusiones de decenas de investigadores provenientes de diversas regiones alrededor del mundo, quienes veían en la reunión que se llevaría a cabo durante esta semana en Viena, Suiza, mucha esperanza de continuar avanzando en sus trabajos.
Otro tema importante a tratar sobre el cannabis es la dinámica respecto a su fiscalización a nivel internacional, sobre todo para facilitar el funcionamiento del uso comercial, la cual beneficiaría tanto a empresarios como a pacientes.
Vale destacar que las mesas de diálogo que aplazaron la discusión estaban agrupadas en cinco bloques geográficos: América Latina y Caribe, África, Asia, Europa del Este y Occidental, que incluye a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia.
ONU queda sin acuerdo
Pese a esto, hay que precisar que el encuentro público de los representantes solamente duró 45 minutos. Esto fue con la finalidad de evitar más tensiones en torno a la recatalogación del cannabis y a sus posibles consecuencias.
La posición de naciones como China y Rusia, de los bloques de África y Asia, así como del latinoamericano, son fundamentales en la futura negociación.
Deja un comentario