Ante el retraso de los legisladores estadounidenses para promulgar la Ley Bancaria de Aplicación Segura y Justa (SAFE) que apoya la bancarización del sector cannábico, los empresarios han buscado otras opciones para tener acceso a créditos, banca en línea y otros servicios financieros. De esta necesidad surgió una oleada de prestamistas “legales”, quienes están impulsando la industria cannábica en Estados Unidos.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues estos prestamistas se han aprovechado de los límites que el sector bancario ha impuesto a los empresarios del cannabis para cobrar tarifas lucrativas que van más allá de lo que reciben los bancos tradicionales por apoyar a los emprendedores. Por eso operan en la delgada línea entre la ilegalidad y lo legal.
Prestamistas apoyan a industria del cannabis
Vale mencionar que los costos de los préstamos tradicionales varían ampliamente con tasas que pueden ser tan bajas como 8% anual, pero por lo general oscilan entre el 12% y el 20%, dependiendo de las condiciones de la empresa que solicita el préstamo y lo que puede ofrecer como garantía.
Pese a esto, la desesperación de los empresarios cannábicos por hacer crecer su negocio y el miedo a ser presas de robos por el manejo de dinero en efectivo, hicieron populares a estas empresas. Las opciones van desde el manejo de criptomonedas, fondos de inversión privados, uniones de crédito, hasta bancos locales, que se especializan en la gestión del dinero ante la banca tradicional y administran el efectivo.
Todo comenzó en 2012, cuando fue factible la posibilidad de emprender legalmente con cannabis, entonces, los inversionistas se autofinanciaban o utilizaban dinero en efectivo de amigos y familiares o de grupos especializados de inversores privados para echar a andar su negocio. A partir de 2016, cuando la Bolsa de Valores en Canadá comenzó a aceptar empresas cannábicas se abrió otro escenario de posibilidades, muchas firmas quisieron aprovechar la oportunidad, casi ninguna lo logró.
Sin embargo, este fue el antecedente principal en la aparición de esta red de prestamistas “legales” que recaudan dinero de los inversores con el objetivo de otorgar préstamos para proporcionar créditos a las empresas cannábicas. Este tipo de prestamistas han influenciado fuertemente el mercado, por lo menos durante los últimos 18 meses.
Prestamistas procannabis
Tal es el caso de AFC Gamma, una empresa de financiamiento en bienes raíces comerciales, quien este año recaudó 119 millones de dólares a través de una Oficina de Desempeño de Inversión, para otorgar préstamos a compañías de cannabis. Vale mencionar que esta es la primera operación de este tipo en la bolsa de valores Nasdaq.
Por su parte, Bespoke Financial, compañía que obtuvo la primera licencia como prestamista comercial centrado en la industria del cannabis, obtuvo 140 millones de dólares en préstamos para empresarios del cannabis.
Otro caso es el de Dama Financial, firma que proporciona una cuenta bancaria asegurada por la FDIC para los negocios del cannabis y también atiende a los bancos más pequeños que desean prestarle dinero a las empresas de cannabis, pero que tienen una capacidad limitada para llevar a cabo este proceso. Entre sus servicios se encuentra realizar depósitos, procesar pagos electrónicos y organizar la recogida del efectivo en vehículos blindados.
Hay que precisar que, según Leonard Tannenbaum, director ejecutivo de AFC Gamma, firma especializada en otorgar préstamos institucionales a empresas de cannabis, los impuestos sobre esta planta son muy altos, porque alcanzan hasta 600 puntos básicos más que para un negocio tradicional. Tannenbaum aludió que si las pequeñas empresas del cannabis pudieran procesar sus pagos con Visa o Mastercard obtendrían un aumento inicial de al menos 10% en sus ingresos.
Más que préstamos, mejor manejo de efectivo
Aunque no todas las opciones son malas, por ejemplo, Dime Community Bank es una empresa que acepta depósitos y ofrece servicios de gestión de efectivo a empresas de cannabis, principalmente en el área comercial metropolitana de Nueva York, incluidas Nueva Jersey, Connecticut y Pensilvania. A diferencia de otras empresas, esta compañía no presta dinero, pero hace más eficiente la gestión del efectivo para los empresarios cannábicos.
Más allá de solo pagar las altas tasas de interés, tambien se encuentran otros obstáculos como la imposibilidad de deducir impuestos para ciertos servicios como los gastos comerciales de rutina, los salarios de los empleados y el alquiler del local comercial. Esto hace que los costos se incrementen y las ganas de emprender disminuyan.
Otro efecto negativo para las empresas cannábicas existentes es que las altas tasas pueden elevar los precios, pero lo más grave es que facilitaría la labor de venta a su principal competidor: el mercado ilícito, que no realiza gastos operativos o paga impuestos.
Criptomonedas y otras caras de los prestamistas
En lo que se refiere al uso de criptomonedas, hay que precisar que 21.5 % de los bancos y uniones de crédito que operan con firmas cannábicas tienen esta opción de inversión, pero mantienen cuentas bancarias con tarifas bastante altas, según un estudio publicado por Social Science Research Network.
La ventaja es que las criptomonedas evitan pagar altas tarifas y mediante tecnología blockchain pueden mantener un libro de contabilidad seguro y a prueba de manipulaciones, lo que permite ahorro de dinero a largo plazo. Sin embargo, el riesgo principal es la inestabilidad de estas inversiones, pues hay que recordar que recientemente las criptomonedas han caído alrededor de 50% en los mercados internacionales.
Al respecto, Michael Wagner, director general de Multichain Ventures, compañía que ofrece soluciones de pagos basados en blockchain para la industria del cannabis, en entrevista para Cointelegraph, indicó que era posible que la aceptación de los bancos tradicionales pudiera anular la necesidad de los propietarios de negocios para usar criptomonedas.
Por último, es importante mencionar que según un análisis de New Frontier Data, el mercado de cannabis legal tuvo un valor de alrededor de 20 mil millones de dólares en 2020 y dicho monto se duplicará en 41.5 mil millones para 2025. Mientras que el mercado ilícito de este planta alcanzó un valor de 66 mil millones de dólares en 2020.
La solución para que este tipo de tasas de interés se reduzca es la legalización a nivel federal del cannabis en Estados Unidos, pues quizá la luz verde de los bancos para ingresar a la industria del cannabis haga que las tasas de interés más altas eventualmente desaparecerán.
Con información de Finalcial Times, Joe Rennison en Nueva York, NotiPress y Cotelegraph Foto:
Ryan Born / Unsplash
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