Luego de que Tailandia se convirtió en el primer país del sudeste asiático en legalizar el cannabis medicinal a finales del 2018; ahora, una iniciativa de ley busca permitir el cultivo en casa de la planta a los tailandeses, para después venderla al gobierno.
De acuerdo con esta iniciativa, los ciudadanos podrían cultivar hasta seis plantas de cannabis en sus hogares y vender su cosecha a las autoridades, indicó Anutin Charnvirakul, recién nombrado Ministro de Salud.
“Tenemos una gran confianza en que la marihuana estará entre los principales productos agrícolas para los hogares tailandeses. Estamos acelerando los cambios de ley, pero hay un proceso para eso”, agregó el funcionario tailandés.
Cultivar en casa para obtener calidad
Esta propuesta va encaminada a mantener la calidad de las cepas que ponga en venta las autoridades sanitarias, ya que, el cultivo podría realizarse en el patio trasero de cualquier casa.
Asimismo, la iniciativa también propone ayudar a la economía de las familias tailandesas, ya que, por cada kilogramo cosechado de cannabis podrían obtenerse $2.225 dólares. Sin embargo, al vender el cultivo de las seis plantas, la ganancia resulta de $13,350 dólares.
Dicha perspectiva resulta bastante atractiva, teniendo en cuenta que, según Forbes, el salario promedio tailandés es de $ 8,200 dólares anuales en casi todas las regiones del país asiático.
Cabe destacar que, Tailandia ha construido lo que el gobierno describe como la mayor instalación de marihuana medicinal a escala industrial en su continente, pues tan sólo en septiembre pasado, investigadores de la Universidad de Maejo sembraron 12 mil plantas de cannabis Chiang Mai, en el norte de Tailandia.
Más ingresos para los tailandeses
Según información proporcionada por el Asia Times, las semillas de cannabis fueron otorgadas por el Departamento de Servicio Médico y son vigiladas por las autoridades.
Los investigadores de Maejo han desarrollado una cepa de marihuana que llama Issara, la cual promete un porcentaje equivalente de 1:1, ósea una molécula tetrahidrocannabinol (THC) y una cannabidiol (CBD) en cada cepa.
El objetivo es que, para febrero de 2020, la Organización Farmacéutica del Gobierno (GPO) coseche las plantas suficientes para fabricar un millón de botellas de aceite de cannabis, cada una con cinco mililitros.
“La universidad será un centro donde la gente común puede aprender a plantar y cultivar cannabis de buena calidad. El cannabis no es un problema político; es un producto que puede beneficiar la salud de las personas «, señaló Charnvirakul en conferencia de prensa.
Con el objetivo de evitar la fiebre del cannabis, se prevé el lanzamiento de una campaña que ayude a crear consciencia sobre los cuidados que debe tener una planta de cannabis para que alcance la madurez que produce su grado medicinal.
Los especialistas advierten que el cannabis es difícil de cultivar, porque debe considerarse el tiempo para atender a las plantas adecuadamente e invertir en necesidades tales como nutrientes y equipos de iluminación adecuados.
Cannabis casero para exportar
Todo ello con el objetivo de obtener una ventaja competitiva al crear cepas de nicho para la exportación, pues el cannabis podría resultar un cultivo más lucrativo para Tailandia que el arroz, la caña de azúcar, la tapioca, el caucho u otros productos relevantes para la economía agraria del país.
Cifras de Bloomberg indican que el mercado legal de cannabis en Asia es relevante y se espera que para 2024, aumente sus ganancias a 8 mil 500 millones de dólares de prácticamente cero en la actualidad.
En tanto, para Charnvirakul, las cosas parecen fáciles, pues considera que los bajos salarios podrían aumentar la competitividad internacional, en comparación con otros países, incluidos los latinoamericanos, donde los costos de fabricación son más altos.
De esta forma, Tailandia podría por convertirse en la capital del cannabis de la región, gracias a sus potentes cepas y proyectar un crecimiento para 2024 equivalente a a 661 millones de dólares, según la organización Prohibition Partners.
“Para que Tailandia se convierta en el líder asiático en el campo de cannabis, sin duda se necesitaría que ni China ni Japón legalicen el cannabis”, asegura Alexandra Curley, directora de insights de Prohibition Partners en entrevista para Bloomberg.
Y para muestra basta un botón, pues en abril pasado, la realización del Festival Pan Buriram, ciudad situada al noreste de Bangkok abrió la puerta con indulgencia para quienes ya consumían cannabis para aliviar el dolor.
Con información de Forbes, Bloomberg y Semanario
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