Sí, Uruguay, ese paraíso de la cannabis lúdica y del gobierno amable que combate al narcotráfico con inteligencia y no con armas, lleva un mes vendiéndole marihuana sus ciudadanos con varios problemas en el camino.
El dilema principal, lejos de todo lo que se pensaba, lo experimentan las farmacias uruguayas que distribuyen la hierba. Y es que no se trata de farmacias especializadas dedicadas solamente a la venta de esta planta, son tiendas usuales en donde se vende papel higiénico, agua embotellada, pastillas contra la diarrea o mapas para conocer Montevideo.
Son al menos tres los grandes bancos de capitales extranjeros los que se están negando a apoyar a los negocios que venden cannabis suministrada por el gobierno uruguayo. Amenazan con suspender las cuentas vigentes de todas estas farmacias, ya que las políticas internacionales de estos bancos no permiten que se comercialice con marihuana.
Este conflicto ha escalado hasta el gobierno de Uruguay, el cual garantizó hace un mes la venta legal de la planta y no previó estos conflictos antes de firmar totalmente la ley. Por lo que las reuniones de emergencia han comenzado, después de que varios negocios decidieran dejar de vender marihuana oficial hasta tener una respuesta satisfactoria.
Varios representantes farmacéuticos se reunieron con el presidente del Banco Central del Uruguay, Mario Bergara, economista a cargo de las cuentas de la nación. Buscan encontrar una solución rápida y en conjunto para impedir que los bancos congelen las cuentas de los microempresarios.
Para Bergara, “solucionar la traba financiera será un desafío demasiado complejo, ya que solo sería viable si Estados Unidos decide cambiar su legislación con respecto a las drogas ilegales”. Por lo que las reuniones siguen mientras la mayoría de las farmacias han detenido la venta de cannabis a los uruguayos hasta encontrar solución a sus problemas bancarios.
Se cree que están apoyando el lavado de dinero
De los bancos que decidieron retirarse de apoyar a negocios que lidiaran con la venta de cannabis están instituciones de relevancia internacional. El banco español Santander fue uno de los primeros en advertir las medidas que tomarían si se decidía permitir la venta legal de marihuana en Uruguay. Haciendo el anuncio de que otorgarían treinta días a sus clientes para retirar el dinero de sus cuentas, ya que serían cerradas al término del plazo.
Y es que este problema ya se había discutido a principios de 2012, cuando Uruguay entró de lleno en la legalización de la cannabis medicinal y empezó a impulsar el consumo de la cannabis lúdica.
Durante las mesas de consejo antes de firmar estas leyes, se advirtió de las posibles sanciones por parte de los bancos de capital extranjero ante negocios que tuvieran que ver con la venta o distribución de marihuana, algo que consideran ilegal estas instituciones. Lo cual fue ignorado o menospreciado completamente, al parecer.
Otro de los bancos que mantiene esta premisa es el Banco de la República Oriental del Uruguay, conocido popularmente como Banco República. A pesar de ser un banco nacional, muchos de sus intereses se encuentran en las normativas internacionales que ven con malos ojos el involucrarse en la financiación de la marihuana.
El gobierno acepta el error
Se le ha criticado completamente al gobierno uruguayo por no prever las consecuencias financieras de la implementación de la ley. En palabras del abogado del Centro de Farmacias del Uruguay, Pablo Durán, “el ejemplo de los estados de la unión americana que permiten el consumo de marihuana recreativa nos condujo a pensar que no habría ningún inconveniente bancario en nuestro país”.
«Hay que tener la clara convicción de qué soluciones hay dentro del sistema financiero. Mientras no cambie la normativa internacional, es muy complejo. Por tanto, debido a que los bancos no son una opción viable, se podría tener como alternativa que las farmacias usen redes de cobranzas o cooperativas dentro del Banco Central (uruguayo)», aseguró Durán.
Pero continúan sin mencionar una fecha clave para ver soluciones en el conflicto. Algo que está dejando sin ingresos importantes a los dueños de estas farmacias.
Pitágoras, la primer farmacia uruguaya en solicitar la venta de cannabis lúdica, es ahora la primera en darse de baja en este proyecto que tiene apenas un mes de vida. “Me llegó una carta de Santander en donde amenazaba con cerrar una cuenta que tengo con ellos desde hace 25 años”, declara Esteban Riveira, el dueño.
“No le veo futuro al proyecto”, sentencia el hombre de Montevideo.
Si bien muchos confían en su gobierno por haber legalizado la planta y así combatir al narcotráfico en el país, no lo consideran apto para luchar contra bancos internacionales que, aseguran, “dirigen hoy en día el mundo”. Por lo que se muestran serios y aseguran que la legalización de la cannabis lúdica no fue muy bien estructurada y es por esto que podría fracasar.
Aún así, los ciudadanos uruguayos han reaccionado de la mejor manera al agotar la marihuana disponible y generar una demanda que el gobierno apenas puede abastecer. Algunos dueños de farmacias continúan vendiendo hierba oficial sin problemas, y es que aseguran que el conflicto no tiene nada que ver con la nación sino con los bancos que financian los negocios. Al no tener cuentas en bancos con capital extranjero, muchos no sufrirán esta restricción.
¿Esto podría suceder en México?
Por supuesto. El 19 de junio del 2017, el gobierno mexicano aprobó el consumo de la marihuana medicinal en todo el país. Sin duda la noticia ha favorecido a miles de pacientes que solicitaban tratamientos con fármacos derivados de la cannabis.
Lo cierto es que los avances nacionales referentes al consumo de cannabis en México están delimitados por una fuerte actitud conservadora, tanto social como política. Lo que debilita una próxima legalización de la marihuana recreativa en la nación.
Si esta llegara a aprobarse, muchísimos negocios correrían con la misma suerte de las farmacias uruguayas, ya que varios de los bancos que se han negado a mantener tratos con negocios que venden cannabis se encuentran también en México y actúan con las mismas reglas internacionales.
La negativa de Donald Trump a retirar a la marihuana del mote de “droga peligrosa”, al nivel de la heroína, es algo que afecta no solo a Uruguay o a México, afecta a todo el mundo. Y es algo que todo gobierno debe tener en cuenta antes de firmar leyes a favor del consumo de la planta.
Por lo tanto, si México o cualquier otra nación latinoamericana quiere abrirse paso a esta industria, debe reforzar sus sistemas de financiamientos a las pequeñas y medianas empresas que busquen vender productos derivados de la cannabis, o a la planta como tal.
Sin duda la opinión de Estados Unidos pesa, y pesa demasiado. Con Trump siendo investigado y ante una posible destitución, las cosas pueden cambiar completamente de un día para otro.
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