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Vinicultores aprovechan viñedos para cultivo de cannabis

Esta es una historia de cómo un suelo fértil que ha visto fructificar viñedos fragantes y de calidad, se convirtió en un sitio donde vinicultores aprovechan viñedos para cultivo de cannabis.

Es el caso de la pareja Bill y Barbara Steele que se fueron a vivir a Oregon para iniciar su propio negocio vitivinícola después de haber transitado por exitosas carreras en negocios de prestigio y gran nivel.

Después de transcurrida más de una década de aquella decisión, habiendo logrado producir un galardonado vino, fruto de su gran esfuerzo, comenzaron a incursionar en un nuevo cultivo: la marihuana.

La legalización con usos recreativos de la marihuana en Oregon permitió el surgimiento  de un espacio ideal para el cultivo de esta planta, dados sus fértiles suelos y su clima propicio. Vinicultores aprovechan viñedos para cultivo de cannabis.

Si bien el consumo de marihuana con fines recreativos aún no se ha legalizado en el estado de California, hecho que será una realidad el próximo año, en Oregon, que queda a unos poco kilómetros al norte de su frontera, un reducido grupo de vitivinicultores está realizando cultivos experimentales de cannabis, con la idea de interesar a la juventud y al mercado de productos asociados en crecimiento.

Estos cultivos se ven como una forma de reavivar el decaído negocio del vino, pues argumentan que los “baby boomers” o generación de posguerra han disminuido el consumo, mientras que los millennials viven el éxito del afianzamiento de sus carreras profesionales y crecimiento económico, que les ha llevado a ser los mayores consumidores de vino en el 2016.

Este grupo que busca lo novedoso, también “Quieren una experiencia de vino y hierbas”, señaló Bárbara Steele, quien se encarga de administrar junto a su marido el viñedo Cowhorn Vineyard & Garden, ubicado en el condado Jacksonville.

El matrimonio Steele alquiló el terreno para realizar el cultivo de 30 plantas de cannabis para uso medicinal. El proyecto comenzó con la siembra de cannabis en vasos de plástico en incubadoras caseras. Este año plantaron 60 de estos especímenes para venderlas bajo la marca de su vino.

Si bien la cosecha de este año sigue teniendo los mismos fines medicinales originales, están evaluando los posibles réditos que puede brindarles el creciente mercado del uso recreativo de la marihuana.

Su exitosa producción le ha valido elogios en la revista dirigida al público consumidor de marihuana, Stoner Magazine, donde la producción de su vino blanco fue evaluada en conjunto a su producto más reciente: la marihuana.

Perspectivas de la industria vitivinícola-“cannabinícola”

Si bien es imposible de momento conocer a los empresarios vitivinícolas interesados en la industria “canabbinícola”, lo cierto es que varios productores han empezado a reemplazar sus tradicionales parrales con plantas de Cannabis sativa o han alquilado parte de sus terrenos con estos fines comerciales.

Otros plantean la idea de convertirse en un atractivo turístico al combinar la producción de marihuana y vino, con la inclusión de instructivas excursiones para degustar los vinos y ver cómo es el proceso de cultivo del cannabis.

Aspectos legales de estos emprendimientos conjuntos

Si bien existen algunas bodegas que están realizando este emprendimiento, al que se le augura un exitoso futuro, su ejecución no es tan sencilla, puesto que a nivel federal la marihuana mantiene su rótulo de ilegalidad.

Por este motivo, las bodegas deben mantener la separación de ambos negocios, de lo contrario, se exponen a perder los permisos que le confiere el estado para embotellar y expender vinos.

Esta incompatibilidad comercial obliga a los productores a obtener dos licencias distintas para separar sus productos de forma legal, explicó Christie Scotte, perteneciente a la Comisión de Control de Licores de Oregón.

Esta es una situación un tanto paradójica, pues los viñedos pueden cultivar uvas, pero están inhabilitados para fabricar licores, pero sin embargo, pueden obtener una licencia para cultivar marihuana con fines recreativos, sin mayores inconvenientes.

Esta legislación obliga a ser muy cuidadosos con respecto a los nombres que se hacen de las marcas a expender. Esta situación la ilustra muy bien el caso de Ketherine Bryan, que es dueña, junto con su esposo, de Deer Creek Vineyards,  pero la granja de marihuana contigua a su propiedad, y de la que también es propietaria, se llamará Bryan Family Gardens.

Estos empresarios esperan cultivar varios cientos de plantas de marihuana orgánica, que suponen, serán vendidas entre usuarios de la clase alta.

Mientras tramitan la licencia, ya están realizando las instalaciones necesarias para concretar el negocio, hasta tienen los potenciales compradores de sus productos, sólo les resta esperar.

Las ganancias comparativas entre vino y marihuana

Según lo expresado por algunos empresarios, pueden llegar a cobrar USD 2,000 por su pinot, mientras que puede obtener USD 2,000 o más por cada 454 gramos (1 libra) de cannabis.

Esta diferencia es bastante significativa y da a favor de la marihuana, por lo que la diversificación de los viñedos a favor del cannabis podría significar la salvación de algunos viñedos que no están bien aspectados en sus ganancias.

Si bien es necesario restarle la estigmatización ancestral de la que ha sido objeto la marihuana, este cultivo favorecería a varios empresarios y usuarios, que buscan alivio a sus dolencias o experimentar nuevas sensaciones, ya que cada quien es libre de elegir…en conciencia.

Categorias: Cultura cannabica
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