Durante los últimos años, diversos países alrededor del mundo dieron luz verde a la legalización de cannabis medicinal o recreativo. Tal situación abrió un cuestionamiento general sobre la distinción entre cannabis, cáñamo y marihuana; términos con significados muy diferentes, pero con un origen en común.
Para evitar confusiones, es importante que se realice la distinción adecuada entre estos tres conceptos, los cuales comparten origen al provenir de la misma familia de plantas: cannabis.
Cannabis es el origen
De acuerdo con el Diccionario del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, el término cannabis define a las hojas y a la parte superior de las flores secas de las plantas Cannabis sativa o Cannabis indica.
Independientemente de su especie –sativa o indica–, contiene docenas de sustancias químicas activas que se llaman canabinoides, las cuales estimulan el sistema nervioso central en los seres humanos.
Existen diferentes tipos de canabinoides, cuyo origen puede provenir de moléculas como el tetrahidrocannabinol (THC), componente con efecto psicoactivo que usualmente se usa para consumo recreativo, o del cannabidol (CBD), que tiene mayor utilidad medicinal.
Cáñamo o marihuana
Por su parte, el cáñamo y la marihuana son plantas que provienen de la especie Cannabis Sativa L, aunque presentan diferencias a nivel morfológico, en su composición química y en los usos que el mercado le brinda.
Usualmente, la marihuana se cultiva con la finalidad de producir THC, pues sus cepas pueden manipularse artificialmente para ofrecer mayor porcentaje de la molécula psicoactiva. Cada cepa de marihuana puede contener entre 10 y 30 % de THC, es decir, es 33 más potente que el cáñamo.
Antes del boom de los productos con CBD, era más sencillo distinguir entre cáñamo y marihuana, pues la marihuana contenía altos niveles de THC y bajos de CBD, caso contrario al cáñamo.
Sin embargo, la oleada verde dio origen a nuevas variedades de marihuana ricas en CBD. De modo que el bajo nivel de CBD dejó de ser característica de la marihuana, pues ahora circulan en el mercado cepas como la Dinamed, con hasta 14 % de CBD y un tope de 0.5 % de THC.
Uso industrial del cañamo
Respecto al cáñamo, la firma HempMeds, subsidiaria de Medical Marijuana, lo define como los tallos, semillas y flores, cuya cosecha puede producir aceite, alimentos, papel, textiles fibra, comestibles, materiales para la construcción y hasta ungüentos tópicos.
A diferencia de la marihuana, el cáñamo es rico en la molécula del CBD y contiene al menos 0.3 % de THC, lo que disminuye los efectos psicoactivos. Por este motivo, ha sido despenalizado en muchos países para aprovechar sus usos industriales.
De esta forma, los productos con altos niveles de CBD usualmente provienen de los tallos y de las semillas maduras del cáñamo, las cuales se utilizan para elaborar suplementos alimenticios o cosméticos.
Además, el aceite, las semillas, la fibra y la celulosa del cáñamo se pueden moldear para su aprovechamiento, pues se trata de una materia prima renovable, que también es amigable con el ambiente.
Cabe destacar que la estructura del cáñamo es el resultado de un proceso ancestral de domesticación, en el que la humanidad ha ido moldeando a la planta para sacar su máximo rendimiento.
A simple vista, el cáñamo es más alto que la marihuana y su crecimiento puede alcanzar hasta 5 metros de altura. Sus tallos son más densos, es decir, hay menos espacio entre planta y planta, no tienen tantas ramas como la marihuana y apenas presentan flores.
Con información de Milenio, Cancer.gov y Dinafem
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