La cifra asciende, cada vez más bancos de Estados Unidos están abriendo cuentas a empresas ligadas a la cannabis desde que Trump llegó al poder. Y es que parece ser que el presidente y su postura conservadora ante la marihuana han motivado que todos quieran acercarse a ella de alguna manera. La cifra es realmente importante. Desde que el magnate ganó la presidencia estadounidense, los bancos de este país han incrementado en un 10% los servicios financieros que prestan a compañías ligadas a la industria cannábica. Hasta marzo de este año, han sido 368 las instituciones bancarias que han dicho sí a apoyar financieramente este movimiento, según el informe del Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN), una agencia del Departamento del Tesoro estadounidense. De hecho, los 34 nuevos bancos que comenzaron a prestar servicios financieros a los negocios de esta industria entre febrero y marzo representan el mayor aumento mensual registrado en el nuevo informe. Además, se indica que durante el mes de marzo, mes clave para entender este fenómeno, se generaron cerca de 1,600 cuentas individuales activas para financiar proyectos relacionados con la cannabis. Esto solo incrementa la confianza de inversionistas y emprendedores para entrar de lleno a una industria que el año pasado, únicamente en Estados Unidos, generó unos 6,700 millones de dólares. Este impulso no se ha detenido ni con las amenazas del gobierno de Trump. Recordemos que el republicano está a favor de un mayor cumplimiento de las leyes federales contra el consumo recreativo de la marihuana. Personajes como el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, y el propio Jeff Sessions, fiscal general, se han asegurado de intimidar a los bancos para evitar que sigan apoyando a esta industria. Pero nada de eso ha impactado totalmente, se sigue apostando por invertir. Según un informe de New Frontier Data, las compañías relacionadas con el cannabis recaudaron más de 734 millones entre el 1 de enero y el 21 de abril de 2017. La batalla persiste Algunas empresas sí han dudado o se les dificulta expandirse gracias a las prohibitivas leyes federales, lo que provoca que la incertidumbre siga latente y que sus transacciones, al realizarse únicamente con efectivo, las hagan vulnerables a posibles robos. Esto ha propiciado que se impulsen legislaciones en el Congreso para que se pueda garantizar seguridad a los pequeños empresarios. Pero las presiones por parte del gobierno continúan. Hace pocos días, el Departamento del Tesoro buscó castigar a los bancos que apoyaban cuentas ligadas a la marihuana; esta enmienda fue frenada por el House Committee on Rules, uno de los comités más importantes en Estados Unidos, al considerarla insuficiente. A fondo, los datos del FinCEN muestran que la industria cannábica es tan imparable como se esperaba. Estos números que continúan en permanente ascenso están generando que miles de norteamericanos quieran participar de las ganancias millonarias. El forcejeo por permitir o castigar a los bancos que decidan apoyar a estos inversionistas continúa, y se espera que este año cada vez más empresas nazcan o se desarrollen con los apoyos que la banca estadounidense puede ofrecerles.

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