Es importante para las personas que se encargan de cultivar y cosechar el cannabis tengan especial cuidado en lograr las mejores condiciones antes de trasplantar a las más jóvenes.
Las plantas de cannabis pueden presentar una serie de problemas como consecuencia de falta de nutrientes, climas adversos, inexperiencia por parte de los cultivadores, entre otros problemas. Todo esto puede traer como consecuencia que las plantas terminen muriendo.
Estrategias para trasplantar de forma correcta
Estos contratiempos no solo se dan en las plantas de cannabis sino en cualquier otro tipo de cultivo, por lo que las personas que se dedican a la siembra de marihuana pueden aprender varias estrategias.
A partir de estas es posible asegurar la cosecha de cáñamo y hierba, garantizando que las plantas se mantengan saludables hasta que las condiciones permitan el éxito de la plantación.
Los expertos comentan que las plantas pueden resistir sin problema antes del trasplante hasta diez días sin sufrir daños; más de ese tiempo podría ser difícil que sobrevivan y tendría que considerarse el aplicar nutrientes suplementarios.
También es aconsejable aplicar un bioinoculante en lugar de fertilizante, además es vital que las plantas tengan el nivel justo de agua lo que en ocasiones es difícil de lograr.
Otro factor importante a tomar en cuenta es el ph del agua, ya que si este no es el adecuado también podría dañar a los cogollos.
Cómo cuidar a las plantas más jóvenes
Es muy importante mantener a las plantas jóvenes con el riego adecuado, sin embargo, a veces no es fácil encontrar el punto exacto de líquido que debe agregarse; por lo que los cultivadores deben ser sumamente cuidadosos en este aspecto.
Otro elemento importante a considerar es el tipo de suelo donde se trasplantarán, por lo que será diferente la estrategia a utilizar si el suelo es húmedo o si por el contrario es seco y arenoso. Este factor es más importante para la salud de la plantas que otros a los que con frecuencia se les hace más énfasis.
Antes de empezar el proceso de la siembra no se debe pasar por alto revisar que las plantas que van a sembrarse estén lo más limpias posibles, además los proveedores deben confirmar la calidad del producto que están comercializando.
La contaminación: uno de los riesgos de trasplantar
Gerentes de importantes empresas canadienses dedicadas al cultivo de cannabis opinan que por más controles que se establezcan con los proveedores, es relativamente fácil que las plantas se contaminen antes, durante y al terminar el proceso.
Las planta jóvenes pueden traer consigo ácaros, plagas, enfermedades virales e incluso una especie de mosca; lo que aumenta considerablemente el peligro. Además, es difícil detectar estos agentes patógenos; ya que en muchos casos los ácaros no pueden distinguirse fácilmente y las enfermedades virales pueden pasar completamente desapercibidas, ya que no generan síntomas evidentes.
Algunas empresas han implementado estrategias más o menos exitosas para disminuir el número de plantas que pudieran resultar contaminadas y terminar inservibles; estas estrategias pueden resultar muy radicales como tomar plantas de forma aleatoria de cada lote y mandarlas a examinar a laboratorios antes de ser trasplantadas con el resto de los especímenes.
Algunos métodos para comprobar las siembras
En otro tipo de cultivos, como los de plantas ornamentales, existen ciertas técnicas útiles. Por ejemplo, sembrar clones de las plantas que, en realidad, son productos de control de plagas antes de la verdadera siembra. Productores de cannabis están tratando de implementar este tipo de estrategias para garantizar la salud de las plantas de mariguana.
Durante el periodo en que las plantas son retenidas en interiores con ventilación deficiente, antes de ser trasplantadas a espacios al aire libre, existen ácaros que pueden controlar plagas de otros ácaros perjudiciales para la planta; sin embargo, no son del todo efectivos contra los diferentes tipos de ácaros existentes.
Se han detectado plagas con escasas alternativas de eliminación, como los áfidos radiculares. Para combatir esta plaga se ha experimentado con la azadiractina que, en combinación con una especie fúngica, combate efectivamente a los áfidos radiculares. Sin embargo, el uso de estas estrategias está determinado por las leyes aplicables en cada región.
Otra recomendación de expertos es que a las plantas jóvenes se les aplique un inoculante en las raíces, estos elementos pueden ser Bacillus o Trichoderma. Entre los conocedores hay una inclinación al trichoderma, sin embargo, cualquiera de las dos resultará muy benéfico para el comienzo de las plantas jóvenes.
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