Un artículo del portal Leafly da cuenta de que una dosis correcta de cannabis conlleva menos riesgos y brinda más beneficios.
La dosificación adecuada de cannabis es un asunto muy importante tanto para investigación como para los pacientes que utilizan cannabis medicinal, pues existe una delgada línea entre el alivio de síntomas, la sedación y otros efectos adversos.
Por ello, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) tiene como prioridad lograr el desarrollo de dosis estandarizadas de cannabis para pacientes, ya que dicha medida ayudaría también a valorar los efectos adversos de esta planta.
En este punto vale precisar que la dosificación adecuada tiene una relación directa con los niveles de THC que tiene una cepa. Estos últimos se incrementaron notablemente desde la década del setenta, lo que representa un alto nivel de toxicidad actual en el cannabis.
Por otro lado, dicha dosificación adecuada sería de gran relevancia para potencializar el cannabis medicinal, puesto que la inconsistencia para encontrar la dosis adecuada de la planta es uno de los mayores problemas para su aceptación médica.
Esto es debido a que gran parte de la comunidad médica desconoce las especificidades del cannabis medicinal y la relevancia del sistema endocannabinoide del cuerpo humano y su relación con la planta. Sin embargo, la incertidumbre es lo que frena a la investigación.
Otro artículo publicado en 2019 por la revista Addiction aborda la necesidad de crear unidades estándares de THC, a través de distintos métodos de administración, porque la dosificación adecuada de cannabis promueve patrones de uso más seguros.
Esto significa que el paciente puede obtener mayores beneficios sin el riesgo de sufrir intoxicación, sedación, depresión o ansiedad. Es por ello que diversos especialistas apuestan al gramaje como una medida adecuada.
De acuerdo con datos del doctor Jordan Tishler, experto en cannabis medicinal, una dosis adecuada de cannabis unitaria está formada por cinco miligramos, cifra ideal tanto para la investigación como para los pacientes.
Asimismo, algunos especialistas remarcan que una dosis de cinco miligramos puede producir efectos significativos, independientemente de la vía de administración, al tiempo que minimiza el riesgo de efectos desagradables o excesivos para los consumidores novatos.
De esta forma, la dosificación adecuada de cannabis ayuda a los consumidores a determinar el estándar de THC en cada producto y promueve una normativa de etiquetado sobre los niveles reales de los derivados del cannabis.
Caso contrario, la falta de información sobre los niveles de THC de un producto o sobre la dosis adecuada de CBD para un paciente puede contribuir a la propagación de resultados contradictorios. Este es el caso de investigaciones que demostraron que las dosis altas de THC aumentan la depresión, la ansiedad y la confusión, mientras que las dosis más bajas reducen la angustia, la ansiedad y la percepción del estrés.
Con información de Leafly
Foto: Mike Von / Unsplash
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